TCT 2020 | El TAVI parece la solución para todas las válvulas biológicas disfuncionantes

El reemplazo valvular aórtico por catéter (TAVI) resulta durable a 5 años para tratar válvulas biológicas quirúrgicas disfuncionantes y a 1 año para tratar válvulas por catéter. Sea cual sea el origen de la válvula previa disfuncionante la solución es el TAVI.

TCT 2020 | El TAVI parece la solución para todas las válvulas biológicas disfuncionantes

El seguimiento a 5 años del PARTNER 2 valve in valve (ViV) mostró que el TAVI como tratamiento para una válvula quirúrgica disfuncionante en pacientes de riesgo alto o extremo tiene un pronóstico similar al TAVI sobre válvula nativa y en pacientes de moderado riesgo. El beneficio en términos hemodinámicos, capacidad funcional y calidad de vida se mantiene.

El PARTNER 2 ViV incluyó 365 pacientes (edad media de 79 años) con un riesgo quirúrgico alto o extremo (STS medio 9.1%) y estenosis severa por disfunción severa de una prótesis biológica de más de 21 mm de diámetro para ser tratadas con un Sapien XT 23 o 26 mm. 

A 5 años de seguimiento la mortalidad por cualquier causa fue de 50.6% y la disfunción severa de la nueva prótesis fue de 2.3%.


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En la misma sesión del TCT 2020 fue presentado el registro internacional TRANSIT, que mostró al TAVI como una opción segura y efectiva para tratar un TAVI previo con la válvula disfuncionante.

Pensar en un segundo TAVI cuando la primera válvula falla severamente parece lógico ya que la opción quirúrgica fue descartada en el primer procedimiento.

Se registraron 172 pacientes que recibieron TAVI para tratar un TAVI deteriorado siendo el mecanismo de falla más frecuente la insuficiencia (n=97), luego la estenosis (n=57) y por último la enfermedad mixta (n=18).


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La segunda prótesis fue implantada con éxito en todos los pacientes, aunque según los criterios VARC 2 el éxito fue del 79%. Esto fue fundamentalmente por un 14% de gradiente residual y un 7% de insuficiencia. 

La mortalidad total y la mortalidad cardiovascular fue del 10% y el 5.8%, respectivamente. Otros eventos adversos registrados al año de seguimiento fueron hospitalización por insuficiencia cardíaca (11%), stroke (3.5%), trombosis valvular (1.4%) e infarto de miocardio (1.2%). Solamente el 12.8% persistió en CF III-IV al año.

Título original: Five-year follow-up from the aortic valve-in-valve registries y TRANSIT: treatment of failed TAVR with TAVR.

Referencia: Hahn RT y Testa L. Ambos trabajos fueron presentados durante el TCT 2020 virtual.


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