En los últimos días surgieron algunos datos (sin demasiado fundamento) que llegaron a los oídos de mucho médicos. Según estas informaciones, el COVID-19 utilizaría el receptor de la angiotensina para unirse a las células y, en este contexto, aquellos pacientes con una expresión aumentada del receptor (como los que reciben inhibidores de la enzima de conversión o bloqueantes del receptor de angiotensina) podrían ser más susceptibles.
Esto explicaría que los hipertensos, diabéticos o con insuficiencia cardíaca sean considerados como población de riesgo, dado que muy probablemente reciben algunas de estas drogas.
Es importante recomendar prudencia con la información que leemos en un momento en el que estamos “bombardeados” de datos y sin mucho tiempo para ver las fuentes.
Es por eso que la ACC, la AHA y la Sociedad Americana de Insuficiencia Cardíaca (HFSA) publicaron de manera conjunta este documento para cortar de raíz estas especulaciones.
Aquellos pacientes que se infecten con el nuevo coronavirus y se encuentren recibiendo IECA o ARA II no deben suspender el tratamiento, excepto indicación médica.
Las preocupaciones son obvias, ya que está bastante claro que nuestros pacientes están en mayor riesgo de complicaciones graves (incluso muerte) por la infección. De todas formas, luego de la amplia revisión que realizaron las tres sociedad en conjunto, no hay ninguna evidencia por el momento para discontinuar los IECA o las ARA II.
Título original: HFSA/ACC/AHA statement addresses concerns re: using RAAS antagonists in COVID-19.
Referencia: Bozkurt B et al.
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