Un reciente estudio ha demostrado que el análisis del cabello permite evaluar a lo largo de unos meses el nivel de cortisol, la hormona del estrés, mientras que los resultados obtenidos por pruebas sanguíneas solo informan del estado en el momento concreto de la realización de la prueba.
El creciente nivel de cortisol, al igual que la hipertensión y el exceso de grasa abdominal, aumenta el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular. Los científicos evaluaron el nivel de cortisol de 283 personas cuyas edades oscilan entre 65 y 83 años.
Las secciones de cabello de tres centímetros de la parte cercana a la raíz contenían información sobre el nivel de cortisol de los tres meses previos. En los sujetos que mostraron un alto nivel de la hormona se notó con más frecuencia indicios de enfermedades como ictus, diabetes o problemas arteriales. Los científicos precisan que se necesitan estudios complementarios para averiguar cómo los datos sobre el nivel del cortisol a largo plazo pueden servir para curar o prevenir enfermedades cardiovasculares.
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