Seguir una dieta mediterránea enriquecida con 30 gramos de frutos secos, la mitad de ellos nueces, reduce en un 30% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y disminuye en un 49% la posibilidad de sufrir un ictus o accidente vascular cerebral. El ensayo, denominado «Predimed«, es uno de los mayores estudios clínicos de nutrición que se han hecho nunca en el mundo y sus resultados van a permitir cambiar la política nutricional global. En el ensayo participaron 7.447 voluntarios, hombres y mujeres de 55 a 80 años que tenían un alto riesgo de padecer enfermedad cardiovascular pero que aún no la habían desarrollado.
Los participantes fueron distribuidos en tres grupos en función de la alimentación: dieta mediterránea con aceite de oliva virgen, dieta mediterránea con frutos secos (30 gramos al día) y dieta baja en todo tipo de grasas, a los que se les daban listas de la compra por estación, menús y recetas. El estudio logró cambiar los hábitos alimenticios y a los cinco años ya se observó una reducción del 30 % en el riesgo de sufrir fallos cardiovasculares.
Además, se comprobó que los participantes perdían peso y reducían el perímetro de su cintura a pesar de la incorporación de aceite de oliva virgen y frutos secos a su dieta.
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