Título original: Impact of coronary artery disease on left ventricular ejection fraction recovery following transcatheter aortic valve implantation. Referencia: Freixa X et al. Catheter Cardiovasc Interv. 2014;Epub ahead of print.
Este trabajo de un solo centro analizó los datos de 56 pacientes consecutivos con estenosis aórtica severa y una fracción de eyección ≤ 50% que recibieron reemplazo valvular aórtico transcatéter (TVAR) entre marzo de 2006 y mayo de 2012.
Los dispositivos utilizados fueron la válvula balón expandible Sapien o Sapien XT (Edwards Lifesciences; Irvine, California) y la válvula auto expandible CoreValve (Medtronic; Minneapolis, MN). El acceso, el tipo de prótesis y el tamaño de la misma fueron elegidos por un equipo multidisciplinario.
La enfermedad coronaria asociada fue definida como la presencia de al menos 1 estenosis ≥ 70% según estimación visual o el antecedente de revascularización.
En total, 44 pacientes (78.5%) presentaron enfermedad coronaria asociada aunque la mitad de estos fueron revascularizados completamente antes del implante valvular.
En aquellos con revascularización incompleta vs aquellos sin enfermedad coronaria o con enfermedad pero revascularizados la mortalidad resultó más alta tanto en el período intrahospitalario (22.2% vs 0% respectivamente; p= 0.01) como al año (25.9% vs3.5% respectivamente; p=0.019).
El grupo con revascularización incompleta también mostró una tasa más alta del combinado de muerte, infarto y re hospitalización fundamentalmente en base a las re hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca (37% vs 3.7%; p=0.002).
A los 3 meses, los pacientes con revascularización completa o ausencia de enfermedad coronaria recuperaron mejor su fracción de eyección que aquellos con revascularización incompleta (p=0.007) y esta tendencia se mantuvo al año (p=0.020).
Según el análisis multivariado, los únicos predictores independientes de recuperación de la fracción de eyección a los 3 meses fueron una fracción de eyección basal más alta (p=0.004) y la revascularización completa (p<0.001).
Conclusión
El presente estudio demuestra una asociación independiente entre la revascularización completa y la recuperación de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo en aquellos pacientes con estenosis aórtica severa que reciben reemplazo valvular transcatéter.
Comentario editorial
Es importante poner en la balanza el riesgo beneficio de la revascularización completa en pacientes muy añosos con lesiones que son la mayoría de las veces complejas. Está claro que la revascularización completa es mejor, sin embargo, la mayoría de los operadores en un paciente de 80-90 años con estenosis aórtica severa y oclusión total crónica de la arteria coronaria derecha con buenas colaterales intentaría primero el reemplazo valvular.
La angioplastia se debería realizar siempre que sea posible antes del TAVR, pero en el caso de no ser posible, tener claro el impacto adverso que esto tiene sobre el pronóstico. Tal vez en el contexto clínico de esta población de pacientes una revascularización “razonable” sea tan buena como una revascularización completa.
SOLACI