Título original: Cognitive trajectory after transcatheter aortic valve implantation. Referencia: Ghanem A et al. Circulation Cardiovasc Intervent. 2013;Epub ahead of print
Varios estudios mostraron que la embolia cerebral silente en los pacientes que reciben reemplazo valvular aórtico percutáneo es frecuente pero no parecería afectar las funciones cognitivas a largo plazo según este nuevo estudio. Este trabajo incluyó 111 pacientes que recibieron una válvula percutánea y una evaluación de sus funciones cognitivas pre procedimiento y posteriormente a los 3 días, 3 meses, 1 año y 2 años.
Todos los pacientes presentaron resultados normales pre procedimiento y salvo por un stroke isquémico a los 8 meses post implante no se observaron otros eventos neurológicos en el resto de la población. La mortalidad global de la población a los 2 años fue del 31.5%.
Se observó un deterioro cognitivo temprano (en la evaluación a los 3 días) en 6 pacientes (5.4%) de los cuales en 3 pacientes, el deterioro persistió en el seguimiento alejado. Los pocos que experimentaron deterioro cognitivo se vieron principalmente afectados en sus habilidades de construcción y visuales al igual que en el lenguaje, la atención y la memoria.
Los 105 pacientes (94.6%) que no mostraron deterioro temprano evolucionaron estables en la mayoría de los test realizados en el seguimiento. Los pacientes en hemodiálisis estuvieron más predispuestos a presentar un deterioro temprano (50% vs. 5%; P = 0.009) al igual que los que requirieron procedimientos más largos (123 min vs. 85 min; P = 0.03). Las complicaciones hemorrágicas no estuvieron asociadas a mayor deterioro.
Del total, en 56 pacientes se realizó una resonancia magnética nuclear logrando detectar signos de embolia cerebral en el 64%. Al comparar a los pacientes con y sin evidencia de embolia en la resonancia, no se observaron diferencias en sus funciones cognitivas a 2 años de seguimiento. El único predictor de deterioro cognitivo en el seguimiento (como era esperable) fue la edad.
Conclusión:
A largo plazo el rendimiento cognitivo se mantuvo estable en la mayoría de los pacientes que recibieron una válvula percutánea a pesar del alto riesgo intrínseco de esta población.
Comentario editorial
La función cognitiva está formada por múltiples partes (ej: lenguaje, memoria, etc) que deben ser evaluadas por test específicos para cada una, lo que hace bastante engorroso encontrar diferencias sutiles. Los pacientes en general se cansan después de realizar los primeros tests lo que podría disminuir su rendimiento en los últimos, de hecho la atención es una de la funciones a evaluar. Este estudio, realizado en un solo centro y con relativamente pocos pacientes, no parece cerrar el caso con respecto a la asociación entre embolia y cognición.
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