Título original: Zotarolimus-Eluting Versus Bare-Metal Stents in Uncertain Drug-Eluting Stent Candidates. Referencia: Marco Valgimigli et al. J Am Coll Cardiol. 2015;65(8):805-815.
El uso de stents farmacológicos (DES) en pacientes con alto riesgo de sangrado o trombosis no ha sido estudiado prospectivamente. Los datos son limitados con respecto a pacientes con alto riesgo de sangrado y bajo de reestenosis.
Este trabajo comparó al stent liberador de zotarolimus de 2° generación vs stents convencionales (BMS) en pacientes que recibieron un tiempo similar de doble anti agregación.
Se randomizaron 1606 pacientes con síntomas estables o inestables que balanceando el riesgo hemorrágico y de reestenosis fueron considerados como candidatos inciertos para uno u otro stent. El tiempo de doble anti agregación se decidió considerando las características del paciente más que las características del stent.
El end point primario fue la tasa de eventos adversos mayores cardiovasculares a un año incluyendo muerte, infarto y revascularización. El tiempo medio de doble anti agregación fue de 32 días (rango 30 a 180 días) y no fue diferente entre los grupos.
En el grupo que recibió el stent liberador de zotarolimus se observó una tasa del end point primario del 17.5% (140 pacientes) comparado con el 22.1% (178 pacientes) del grupo que recibió stent convencional (HR 0.76; IC 95% 0.61 a 0.95; p=0.011) como resultado una menor tasa de infarto agudo de miocardio (2.9% vs 8.1%; p < 0.001) y de revascularización de la lesión blanco (5.9% vs.10.7%; p=0.001). La trombosis definitiva/probable también fue significativamente menor con el stent liberador de zotarolimus (2.0% vs. 4.1%; p = 0.019).
Conclusión
Comparado con los stents convencionales, el stent liberador de zotarolimus con polímero bio compatible y de rápida liberación de la droga redujo los eventos cardiovasculares combinados en pacientes con indicación incierta de stent farmacológico que recibieron 1 mes de doble anti agregación.
Comentario editorial
La diferencia en revascularización es lógica y esperable en cualquier comparación de DES vs BMS sin embargo, la enorme diferencia en infarto agudo de miocardio es más difícil de explicar fisiopatológicamente. La mezcla de pacientes estables e inestables complica un poco la interpretación ya que tienen diferencias en riesgo de trombosis y sangrado que están dadas por el cuadro clínico y no por el dispositivo.
Todos los pacientes tenían un riesgo de sangrado elevado pero a la vez el riesgo de reestenosis era relativamente bajo (de hecho eran candidatos inciertos a DES). Hay que esperar un trabajo similar en cuanto a tiempo de doble anti agregación pero que incluya una alta proporción de pacientes con lesiones largas, múltiples lesiones, bifurcaciones, etc.
SOLACI