Comentario editorial: La enfermedad coronaria estable continúa siendo un escenario donde la intervención coronaria percutánea (ICP) presenta aristas no aclaradas. En un estudio realizado en 28 centros de Europa y Estados Unidos se diseñó un modelo donde a todos los pacientes incorporados en forma consecutiva (all comers trial, para evitar un sesgo de selección) se les realizaba una valoración funcional invasiva con FFR. Ante la presencia de por lo menos una lesión con FFR<0.8 cumplía el criterio de inclusión imprescindible para su randomización a ICP vs tratamiento médico óptimo (TMO). Inicialmente diseñado para incluir 1632 pacientes (p) con un seguimiento a 2 años, el estudio debió ser suspendido con 888 p por una ocurrencia de eventos mayor en el grupo de TMO (12.7 vs 4.3%, HR 0,32; IC 95% 0,19 – 0,53; p<0,001), fundamentalmente a expensas de una mayor tasa de revascularizaciones en el grupo TMO (1,6% vs. 11,1%; p=0,001) debidas a IAM y cuadros de angina inestable. Asimismo se siguió a los pacientes con FFR>0.8 en un registro (332 p) donde ambas estrategias no arrojaron diferencias estadísticamente significativas. Evidentemente sus hallazgos refuerzan la importancia de la valoración funcional de las lesiones definidas anatómicamente. La intervención en estos pacientes permitió reducir la presentación de síndromes coronarios agudos (siendo aproximadamente un quinto de ellos un infarto de miocardio).
Comentario del Dr. Oscar Mendiz
FAME-II-slides
Bernard De Bruyne
2012-08-27
Título original: FAME II: Fractional Flow Reserve-Guided Percutaneous Coronary Intervention plus Optimal Medical Treatment versus Optimal Medical Treatment Alone in Patients with Stable Coronary Artery Disease.