El “shear stress” se ha incorporado en nuestro vocabulario médico para identificar ese flujo turbulento en ciertos lugares del árbol arterial (curvas, bifurcaciones, etc) que hacen ese sector más propenso a desarrollar placas.
Tanto se ha incorporado el término que no tiene una traducción al español que haya trascendido en la práctica clínica. Todos nos referimos al fenómeno como shear stress y punto.
¿Acaso la angiografía cuantitativa podría estimar los cambios en el flujo arterial permitiéndonos saber en qué sectores el shear stress tiene más fuerza y, por lo tanto, más probabilidades de desarrollar placas? O, si las placas ya están presentes en el sector, ¿conocer el shear stress nos podría predecir aquellas más probables complicaciones? Este trabajo que será publicado en JACC Cardiovasc Imaging nos dice que esto es posible.
El trabajo analizó la histología virtual por ultrasonografía intravascular coronaria (IVUS) y la angiografía de 28 placas ricas en lípidos que causaron eventos cardiovasculares mayores o requirieron revascularización a 5 años de seguimiento vs otras 119 placas ricas en lípidos que permanecieron estables durante el mismo período de tiempo (grupo control). Todas estas placas no generaban lesiones obstructivas en el estudio basal.
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Los segmentos estudiados con IVUS fueron reconstruidos utilizando un programador basado en la angiografía cuantitativa que la transforma en 3 dimensiones.
Una vez obtenidas las geometrías se pudo simular el flujo sanguíneo y el gradiente de presión a través de las placas. Lo que el software ofrece finalmente es el shear stress medio en segmentos de 3 mm de arteria.
Las lesiones que llevaron a eventos cardiovasculares mayores resultaron más largas, de menor área luminal mínima, mayor volumen de placa, expuestas a un mayor shear stress y un mayor gradiente de presión.
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En el análisis multivariado resultó que el volumen de placa (HR: 1.08; p=0.004) y el shear stress en el segmento de 3 mm (HR: 1.11; p=0.001) fueron los predictores independientes de eventos mayores.
Las lesiones expuestas a un mayor shear stress y con una anatomía de alto riesgo (área luminal mínima <4 mm2 y volumen de placa >70%) fueron las más “peligrosas”. Más de la mitad (53.8%) de estas placas “peligrosas” evolucionaron con eventos en el seguimiento.
Solo el 20% de las placas con anatomía de alto riesgo, pero con un shear stress bajo, evolucionaron con eventos y la combinación más benigna fue, obviamente, un shear stress bajo con anatomía de bajo riesgo (7.1% de eventos a 5 años; p<0.0001).
Conclusión
La medición del shear stress utilizando la angiografía cuantitativa en 3 dimensiones aporta una valiosa información que se suma a las variables anatómicas para identificar con mayor precisión las lesiones más propensas a presentar eventos.
Título original: Shear Stress Estimated by Quantitative Coronary Angiography Predicts Plaques Prone to Progress and Cause Events.
Referencia: Christos V. Bourantas et al. JACC Cardiovasc Imaging. 2020, online before print. doi: 10.1016/j.jcmg.2020.02.028.
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