Título original: Impaired Cardiac Baroreflex Sensitivity Predicts Response to Renal Sympathetic Denervation in Patients with Resistant Hypertension. Referencia: Christine S. Zuern et al. J Am Coll Cardiol, article in press.
La denervación renal es una nueva opción de tratamiento para los pacientes con hipertensión arterial resistente y se cree que esta terapéutica reduce la respuesta eferente simpática tanto renal como central.
Dado que la fisiopatología de la hipertensión arterial es multifactorial (sistema simpático, carga genética, estilo de vida, dieta y factores metabólicos) es difícil de pensar que la denervación renal tenga un efecto similar en todos los pacientes. Hasta ahora solo los valores basales fueron predictores del efecto (a mayor presión basal mayor reducción).
Es lógico pensar que los pacientes con mayor actividad simpática serían los que más se beneficien, sin embargo medir esto en forma directa a través de la secreción de norepinefrina es muy difícil en la práctica diaria.
La relación entre la fluctuación espontánea de la presión arterial y la frecuencia cardíaca conocido como barorreflejo cardíaco puede darnos información de la actividad simpática de manera no invasiva. La sensibilidad disminuida a este reflejo está bien relacionada a la hipertensión y a otras patologías con aumento de la actividad simpática.
El estudio incluyó 50 pacientes consecutivos con hipertensión arterial resistente (≥ 160 mmHg a pesar de al menos 3 drogas) y ritmo sinusal (indispensable para calcular la sensibilidad al reflejo). Para la denervación se utilizó el catéter Flex (Ardian/Medtronic Inc., Mountain View, USA) con hasta 6 ablaciones de 2 minutos por arteria renal.
La sensibilidad al reflejo se midió antes de la denervación utilizando un fotoplestimografo de dedo (Finapres; TNO-TPD Biomedical Instrumentation, Amsterdam, The Netherlands) y un electrocardiograma de alta resolución. Los registros basales (sistólica 157±22 mmHg y diastólica de 89±16 mmHg) se redujeron significativamente a los 6 meses de la denervación (reducción sistólica 8±19 mmHg; p=0.003 y diastólica 4±12; p=0.022).
De los 50 pacientes, 26 (52%) mostraron una reducción de la presión sistólica ≥10 mmHg y fueron clasificados como respondedores. Los pacientes con sensibilidad al barorreflejo cardíaco en el tercilo inferior (sensibilidad más inhibida) mostraron la reducción más pronunciada de la presión sistólica (17±20 mmHg).
En el análisis multivariado la sensibilidad al barorreflejo cardíaco resultó ser el mayor predictor de respuesta a la denervación, mientras que la presión basal y el índice de masa corporal tuvieron una significancia limítrofe.
Conclusión:
La medición del barorreflejo cardíaco ayuda a identificar a los pacientes que más se benefician de la denervación renal, y de igual importancia a lo anterior, los que no se benefician. La selección de candidatos debería tener en cuenta la medición del barorreflejo previo a la denervación.
Comentario editorial:
Si bien este método es más práctico que las mediciones directas de la actividad simpática requiere de equipos y software que no están globalmente difundidos ni validados.
SOLACI.ORG