Título original: Supervised Exercise, Stent Revascularization, or Medical Therapy for Claudication Due to Aortoiliac Peripheral Artery DiseaseThe CLEVER Study. Referencia: J Am Coll Cardiol. 2015;65(10):999-1009.
La revascularización percutánea ha resultado un tratamiento efectivo para la claudicación por enfermedad vascular periférica en territorio aorto ilíaco. Sin embargo, el ejercicio supervisado también puede ofrecer un beneficio en términos de clase funcional y calidad de vida al menos a corto plazo. El beneficio a más largo plazo del ejercicio sobre la enfermedad vascular aorto ilíaca no ha sido estudiado.
El objetivo de este trabajo fue reportar la eficacia a largo plazo (18 meses) del ejercicio supervisado comparado con la revascularización percutánea y el tratamiento médico óptimo.
Se incluyeron 111 pacientes, randomizados a tratamiento médico óptimo solamente, revascularización percutánea más tratamiento médico óptimo o ejercicio supervisado más tratamiento médico óptimo. El end point primario clínico incluyó una prueba ergométrica objetiva y una evaluación subjetiva de la calidad de vida.
El tiempo de caminata máximo aumentó tanto para el ejercicio supervisado (5.0 ± 5.4 min) como para la revascularización percutánea (3.2 ± 4.7 min) resultado ambas significativamente superiores al tratamiento médico óptimo solamente (0.2 ± 2.1 min; p < 0.001 y p = 0.04, respectivamente). La diferencia entre el ejercicio supervisado y la revascularización percutánea no fue significativa (p = 0.16).
El tiempo entre el inicio del tratamiento y la mejoría fue, como era esperable, mucho mayor para el ejercicio supervisado. Varias escalas de calidad de vida mostraron un beneficio duradero y más importante con la revascularización que con el ejercicio y el tratamiento médico.
Conclusión
En pacientes con enfermedad vascular periférica aorto ilíaca, el ejercicio supervisado y la revascularización percutánea mostraron un beneficio comparable y duradero, resultando ambas estrategias superiores al tratamiento médico solamente.
Comentario editorial
La revascularización percutánea tiene la ventaja de que la mejoría es inmediata luego del procedimiento por lo que no se necesita del esfuerzo del paciente para sobreponerse a los síntomas y seguir caminando. Esto, que parece una diferencia poco importante, impactó en todos los cuestionarios de evaluación de calidad de vida.
SOLACI