Bajan menos de lo esperado las muertes por enfermedades del corazón

La muerte por enfermedades cardiovasculares sigue golpeando fuerte en la Argentina. Durante la última década, la tasa de mortalidad por esos trastornos, que incluyen infartos, ataques cerebrovasculares, hipertensión y arritmias, sólo bajó el 6%, según el registro de estadísticas vitales del Ministerio de Salud de la Nación. En la década anterior, esa tasa en baja fue más pronunciada: se redujo en un 22%. Una diferencia que marca una tendencia hacia el achatamiento en la reducción de las muertes, a pesar de que durante la misma época se desarrollaron y mejoraron diversas tecnologías para el diagnóstico y se amplió la batería de tratamientos.

El consumo de alimentos con muchas grasas no saludables y de bebidas azucaradas (como las gaseosas), el escaso consumo de frutas y verduras y la ingesta excesiva de sal son los problemas que desde el rubro de la alimentación contribuyen a más enfermedad cardiovascular. También el aumento del parque automotor que llevó a que la gente se volviera más sedentaria y las urbanizaciones que dejaron pocos espacios para la actividad física. Todo repercutió en más casos de obesidad y diabetes tipo 2, que también pueden llevar a la muerte cardiovascular.

De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (se hizo en 2009 y se haría de nuevo este año) el 53,4% de la población adulta de la Argentina tiene exceso de peso u obesidad, el 34,8% tiene presión arterial elevada, el 54,9% no realiza suficiente actividad física y sólo el 4,8% ingiere diariamente la cantidad recomendada de frutas y verduras. El 25,4% agregaba siempre sal a las comidas, con un incremento significativo en relación con 2005, cuando lo hacía el 23,1%. Desde el Ministerio de Salud, el secretario de promoción y programas sanitarios, Máximo Diosque, comentó: “La Argentina está atravesando la transición epidemiológica, que significa menos casos de enfermedades infecciosas y más casos de enfermedades cardiovasculares. Frente a eso, ahora hay mejor información e intervenciones, como los convenios con las empresas para bajar la sal en alimentos procesados y en panaderías. Otras medidas son la modificación del Código Alimentario –que hará que en 2014 los alimentos no tengan grasas trans– y los programas que alientan la actividad física”.

También la reglamentación de la ley nacional de control tabaco ayudaría mucho. Un estudio publicado en la revista Tobacco Control y realizado por investigadores del Centro de Estudios de Estado y Sociedad, de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad de California, demostró que si la ley (que fue sancionada por el Congreso argentino en junio de 2011) fuese reglamentada y entrase completamente en vigencia se evitarían 7.500 muertes por enfermedades cardiovasculares, 16.900 infartos y 4.300 accidentes cerebrovasculares en los próximos 8 años. 

SOLACI.ORG

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