Según el registro TVT aquellos pacientes que reciben TAVI bajo sedación consciente presentan mejores resultados e incluso menor mortalidad. La estrategia minimalista siempre consigue (antes o después) demostrar la superioridad en todo el espectro de nuestros procedimientos, desde un simple estudio diagnóstico realizado con anestesia local y acceso radial 4 Fr, hasta el reemplazo valvular aórtico por catéter con cierre percutáneo y sedación consciente.
Esta estrategia comenzó a hacerse más frecuente en EEUU luego de que Europa la adoptara hace ya tiempo.
La estrategia minimalista tiene una gran diversidad de aceptación entre los intervencionistas y también definiciones muy variables. No obstante, básicamente todos están de acuerdo en que el uso de ecocardiograma transtorácico en vez de transesofágico y una sedación ligera en vez de anestesia general con necesidad de manejo invasivo de la vía es considerado como minimalista.
Solo un trabajo randomizó pacientes a una u otra estrategia hasta el día de hoy: el SOLVE-TAVI, que pudo demostrar la no inferioridad de la estrategia minimalista. Sin embargo, este trabajo no tenía el poder estadístico para demostrar otros eventos.
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El presente análisis debía ser presentado en las sesiones científicas del American College of Cardiology 2020 y publicado simultáneamente en JACC Cardiovascular Interventions. Sin embargo, ante la pandemia mundial del coronavirus parece poco probable que el evento se lleve a cabo por lo que ahora el trabajo nos llega por vía virtual.
Se incluyeron 120080 pacientes de más de 500 centros que recibieron TAVI entre 2016 y 2019. Globalmente, los centros que incorporan la estrategia minimalista crecieron del 33% al 63%. La variación entre los centros fue muy importante, con apenas un cuarto de los hospitales utilizando sedación consciente en más del 80% de los procedimientos y hasta un 13% de los centros con anestesia general en absolutamente todos los casos.
La sedación consciente se asoció con una disminución modesta de la mortalidad intrahospitalaria (1.1% vs 1.3% para la anestesia general; p=0.01) y de la mortalidad a 30 días (2.0% vs 2.5%; p<0.001).
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La tasa de pacientes dados de alta al domicilio (88.9% vs 86.1%; p<0.001) y la estadía hospitalaria (3.5 vs 4.3 días; p<0.001) también resultaron significativamente mejores con la estrategia minimalista.
Título original: Conscious sedation versus general anesthesia for transcatheter aortic valve replacement: variation in practice and outcomes.
Referencia: Butala NM et al. J Am Coll Cardiovasc Intv. 2020; Epub ahead of print.
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