Gentileza del Dr. Agustín Vecchia.
Desde 1990 la vía radial ha ido ganando cada vez más terreno hasta convertirse, en la actualidad, en la vía de elección en la mayoría de las salas de intervencionismo endovascular.
Una de las pocas complicaciones asociadas a esta vía es la oclusión de la arteria radial. Esta complicación, si bien la mayoría de las veces es clínicamente silente y no grave, podría impedir futuras intervenciones en el paciente y, en algunos casos, producir síntomas. Dentro de las recomendaciones para prevenirla existen la compresión no oclusiva de la arteria radial y la compresión de la arteria cubital homolateral.
El estudio PROPHET II tuvo como objetivo evaluar el efecto de la compresión profiláctica de la arteria cubital homolateral al acceso radial sobre las tasas de oclusión de esta última a 30 días de seguimiento.
Para ello, se incluyeron 3.000 pacientes que fueron randomizados a un grupo donde se realizó un cuidado estándar que implicaba la compresión no oclusiva de la arteria radial y a un segundo grupo que, además, incluyó la compresión ipsilateral de la arteria cubital.
Para realizar la compresión en el grupo control se colocó una banda inflable (TR band, Terumo Interventional Systems) en el sitio del introductor radial, se extrajo el mismo dejando salir una pequeña cantidad de sangre y luego se infló la banda hasta lograr la hemostasia. Ocluyendo la arteria cubital transitoriamente y utilizando la oximetría de pulso se comprobó la permeabilidad de la radial. De no estar permeable la misma, se ocluía nuevamente de manera transitoria la arteria cubital y se desinflaba progresivamente la banda para lograr permeabilizar la radial. Estos pasos se repetían por hasta 15 minutos con el fin de lograr la permeabilidad de la arteria radial.
Para el grupo intervención se realizó la compresión (previa a la extracción del introductor radial) de la arteria cubital a nivel del canal de Guyón. Luego de comprobar la correcta oclusión de la cubital a través de la oximetría de pulso, se procedió a retirar el introductor radial siguiendo los pasos antes descritos. Lógicamente, de no lograr ninguna señal pletismográfica de la arteria radial en este grupo, se extraía la compresión cubital. Además, se evaluó la permeabilidad de la arteria radial a las 24 hs. y a los 30 días.
El desenlace primario de oclusión de la arteria radial a 30 días se redujo de manera significativa en el grupo de compresión profiláctica de la arteria cubital (0.9% vs. 3.0%; p=0.0001). Las características basales y del procedimiento fueron similares entre los pacientes. La compresión cubital ipsilateral disminuyó el desenlace en todos los intervalos de tiempo analizados (p<0.0001).
Los autores concluyen que el procedimiento fue efectivo, simple y económico para disminuir la oclusión de la arteria radial luego de utilizar el acceso radial.
Comentario editorial
En los últimos años el acceso radial ha cobrado relevancia y la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) lo ha declarado de elección incluso en los pacientes con STEMI. Las ventajas de su utilización, junto al hecho de que los pacientes con enfermedad coronaria requieren, en algunos casos, múltiples intervenciones a lo largo de su vida, convierten en una tarea importante el hecho de mantenerlo permeable.
El método propuesto por los autores es de una simpleza tal que su adopción no implicaría demasiado esfuerzo y debería ser considerada en otros centros, sobre todo si tenemos en cuenta que las tasas de oclusión radial observadas en el trabajo son las más bajas reportadas a la fecha.
Gentileza del Dr. Agustín Vecchia. Hospital Alemán, Buenos Aires, Argentina.
Título original: Prevention of Radial Artery Occlusion After Transradial Catheterization The PROPHET-II Randomized Trial.
Referencias: Samir B. Pancholy et al. J Am Coll Cardiol Intv. 2016;9(19):1992-1999.
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