En pacientes con enfermedad arterial periférica, “mejorar” el pronóstico implica aliviar el dolor al caminar, prolongar la distancia recorrida, evitar amputaciones y alcanzar una mejor calidad de vida. Con ese objetivo, el programa SWEDEPAD incluyó dos ensayos clínicos aleatorizados y multicéntricos: SWEDEPAD 1 reclutó pacientes con isquemia crónica de miembros inferiores (N=2355) y SWEDEPAD 2, pacientes con claudicación intermitente (N=1136), comparando dispositivos recubiertos con paclitaxel frente a no recubiertos. El desenlace primario fue la amputación mayor ipsilateral a 5 años.

En los resultados, no se observaron diferencias en amputaciones (6,2% vs 6,0%; HR 1.05; p=0.61). Tampoco hubo diferencias en mortalidad global (≈10% en ambos grupos; HR 1.01), supervivencia libre de amputación (HR 0.97; IC95% 0.88–1.08), calidad de vida al año (cambio promedio prácticamente nulo: –0.02 puntos) ni en reintervenciones a largo plazo (HR 1.01; IC95% 0.81–1.25).
Sin embargo, en SWEDEPAD 2 (pacientes con claudicación intermitente) se registró una mayor mortalidad a 5 años con dispositivos recubiertos: 104 vs 77 muertes (18% vs 13%; p=0.01).
Los autores concluyeron que los dispositivos recubiertos con paclitaxel no reducen amputaciones ni mejoran la calidad de vida. Aunque disminuyen las reintervenciones tempranas, se asociaron a un aumento de la mortalidad a 5 años en pacientes con claudicación intermitente.
Referencia: Falkenberg et al. en Major Late Breaking Trials, ESC 2025, Madrid, España.
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