La medición de la reserva fraccional de flujo (FFR) con una guía 0.014 capaz de medir presiones es estándar para valorar el significado funcional de una lesión en coronarias epicárdicas. Existen varias razones por las que la adopción del FFR en la práctica clínica está desfasada con la enorme cantidad de evidencia que soporta su utilización. Algunas de estas razones son aspectos técnicos que tienen que ver con la capacidad de la guía de presión para navegar ciertas lesiones o lo frustrante que puede resultar tener que perder la posición para volver a ecualizar las presiones cuando observamos mucho “drift” y no estamos seguros si el valor obtenido es el real.
Recientemente se ha desarrollado un microcatéter con un sensor óptico de presión que puede ser avanzado sobre cualquier guía 0.014 (esa que más nos gusta y que utilizamos en la mayoría de los casos) y que además permite realizar un pullback sin perder la posición de la lesión. La potencial desventaja del sistema podría ser que obviamente tiene mayor perfil que la guía solamente, y esto podría exagerar el grado de estenosis sobre estimando la medición del FFR.
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El presente estudio incluyó 169 pacientes a los que se les realizó una medición del FFR con la guía de presión solamente y luego una medición con el microcatéter sobre la propia guía de presión.
El end point primario fue la diferencia entre ambas mediciones, asumiendo como gold estándar a la medición de la guía.
La diferencia media entre la medición del catéter vs la medición de la guía fue de -0.022 (IC 95%, −0.029 a −0.015). En el análisis multivariado se observó que el diámetro de referencia del vaso (p=0.027) y la longitud de la lesión (p=0.044) fueron predictores independientes de dispersión entre las dos mediciones.
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El FFR medio evaluado por el microcatéter resultó significativamente menor que el valorado por la guía (0.81 vs 0.83; p<0.001). En el 3% de los casos (IC 95%, 1.3 a 6.7%) se observó una diferencia que cambiaba la decisión terapéutica sobre la lesión con FFR derivado de la guía con un valor >0.8 y un FFR de microcatéter <0.75
Conclusión
La medición del FFR utilizando el microcatéter Navvus especialmente diseñado para esto tiende a arrojar valores más bajos que los derivados de la guía de presión, pero el impacto diagnóstico y terapéutico de esta diferencia parece mínimo para la mayoría de los casos.
Comentario editorial
Desde el punto de vista fisiológico tiene todo el sentido del mundo que la agregación de un microcatéter tenga un mayor impacto en el flujo a través de una lesión que la guía solamente, llevando a un mayor gradiente con el catéter guía y, en definitiva, a un FFR más bajo especialmente en lesiones largas y vasos más finos.
Cuanto más severa resultó la medición con el catéter mayor la diferencia observada con la medición de la guía, aunque para la mayoría de los casos, ambas mediciones resultaron funcionalmente significativas, por lo que el impacto clínico para decidir qué hacer con la lesión no se modificó.
Una segunda generación del microcatéter con un perfil mucho menor ya está disponible comercialmente, aunque no fue evaluado en este trabajo. Por otro lado, las guías para medición del FFR también evolucionaron ganando torque y capacidad de navegar. En algún momento, esta carrera armamentista va a tener un ganador y seguramente va a ser aquel dispositivo que sea más sencillo de utilizar.
Título original: ACIST-FFR Study (Assessment of Catheter-Based Interrogation and Standard Techniques for Fractional Flow Reserve Measurement).
Referencia: William F. Fearon et al. Circ Cardiovasc Interv. 2017 Dec;10 (12).
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