El infarto de espina dorsal representa aproximadamente el 1% de todos los strokes y puede llevar a una discapacidad severa como paraplejia o tetraplejia. Los tratamientos (el quirúrgico y el endovascular) para reparar la aorta -sea por aneurisma o disección- pueden presentar como complicación el infarto de la médula, ya que mayormente el soporte vascular de la misma se origina directamente en la aorta.
La tasa de isquemia de la médula en los pacientes que reciben reparación varía dependiendo de la presencia y localización de la disección, de si el aneurisma se encuentra roto y del tipo de reparación (endovascular o quirúrgico).
Los reportes van de tasas tan bajas como el 0.2% a otras igualmente altas como el 16%, y están básicamente en estudios de un solo centro.
Dado que en la actualidad se han desarrollado nuevas técnicas intra-procedimiento para disminuir el riesgo (como el drenaje de líquido cefalorraquídeo), estamos en un buen momento para reevaluar el riesgo que nuestros pacientes corren debido a esta complicación.
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Se analizó la base de datos de varios centros de pacientes que recibieron reparación quirúrgica o endovascular de un aneurisma o disección aórtica entre el 2005 y el 2013. El end point primario del estudio fue la tasa de isquemia medular durante la internación índice para la reparación. El análisis se estratificó de acuerdo a si el caso se trataba de un aneurisma o de una disección, si se encontraba roto y en función del tipo de reparación realizado.
Se identificaron 91,212 pacientes que recibieron tratamiento para su patología aórtica. La isquemia medular ocurrió en 235 casos (0.26%). En aquellos pacientes con aneurismas rotos o disecciones el riesgo fue de casi el triple de la población general (0.74%) y muchísimo más que solo el 0.16% de los aneurismas no rotos.
Esta grave complicación fue similar al comparar el tratamiento endovascular (0.91%) con el quirúrgico (0.68%; p=0.147) en el contexto de aneurismas complicados y disección. Sin embargo, cuando el problema a resolver fue un aneurisma no complicado, el riesgo de isquemia medular fue mayor con la cirugía (0.20% vs 0.11%; p<0.01).
Conclusión
La isquemia medular ocurre aproximadamente en 1 de cada 130 pacientes que reciben reparación de una disección aórtica o un aneurisma roto y de aproximadamente 1 en 600 de aquellos con un aneurisma no complicado.
Comentario editorial
En esta gran y heterogénea población de pacientes que recibieron reparación quirúrgica o endovascular para tratar una disección o un aneurisma aórtico la tasa de isquemia medular fue relativamente baja, con un 0.26%. Esta tasa global aumenta significativamente al tratar pacientes con aneurismas complicados o disecciones. En esos casos, no cambia demasiado la historia si elegimos entre una cirugía o una endoprótesis. Sin embargo, en pacientes programados y con aneurisma no complicados, el tratamiento endovascular presentó tasas significativamente menores en relación a esta complicación.
Título original: Rates of Spinal Cord Infarction After Repair of Aortic Aneurysm or Dissection.
Referencia: Gino Gialdini et al. Stroke. 2017;48:00-00.
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