La obstrucción coronaria tardía (aquella que ocurre posterior al implante y que no se observa en la sala de hemodinamia) es un fenómeno raro, pero al igual que la obstrucción aguda, tiene una alta mortalidad. Los cardiólogos deben estar atentos ante la eventualidad de esta complicación para trasladar nuevamente al paciente a la sala de cateterismo y realizar una coronariografía ante la más mínima sospecha.
La oclusión inmediatamente luego de la liberación de la prótesis ha sido bien descripta y estudiada (factores de riesgo, técnicas para evitarlo, dispositivos más proclives, etc.), pero poco sabíamos de que podía ocurrir algún tiempo después, incluso meses.
Los datos de este trabajo fueron recolectados retrospectivamente en un registro multicéntrico internacional entre 2005 y 2016.
Durante este período se observaron 38 oclusiones tardías post TAVI (incidencia 0.22%) de un total de 17092 pacientes. La oclusión fue mucho más común en los casos de “valve in valve” (0.89% vs. 0.18%; p < 0.001) y en aquellos en los que se utilizó una válvula autoexpandible en el procedimiento índice (0.36% vs. 0.11% en balón expandible; p < 0.01).
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La oclusión tardía ocurrió más frecuentemente dentro de las 24 hs luego del procedimiento (47.4%; n=18), 6 casos entre las 24 hs y los 7 días (15.8%) y los restantes 14 casos dentro de los 60 días (36.8%).
La forma de presentación más frecuente fue el paro cardíaco (31.6%) seguido del infarto con supradesnivel del segmento ST (23.7%; n=9), siendo la coronaria izquierda la arteria responsable en la enorme mayoría de los casos (92.1%).
Siempre que sea posible hay que intentar realizar la angioplastia ya que en este registro se pudo implantar con éxito el stent en alrededor del 70% de los pacientes.
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La mortalidad intrahospitalaria alcanzó el 50% y fue mayor en aquellos pacientes en los que el evento ocurrió dentro de los 7 días del procedimiento índice (62.5% vs. 28.6%; p=0.09).
Conclusión
La oclusión coronaria tardía post-TAVI es un fenómeno raro pero con una altísima mortalidad. Siempre que sea posible se debe intentar la angioplastia, ya que fue posible implantar correctamente un stent en el 70% de los casos.
Título original: Delayed Coronary Obstruction After Transcatheter Aortic Valve Replacement.
Referencia: Richard J. Jabbour et al. J Am Coll Cardiol 2018;71:1513–24.
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