La insuficiencia valvular tricuspídea severa genera un gran desafío terapéutico, siendo muy difícil el tratamiento médico. Además, en la actualidad la cirugía presenta una mortalidad que no es baja y no puede ser ofrecida en múltiples ocasiones por su alto riesgo quirúrgico.
Se han desarrollado varios dispositivos percutáneos para el tratamiento de esta enfermedad; los más utilizados son los de estrategia borde a borde.
El dispositivo TRICENTO tiene un diseño interesante pero aún no ha sido testeado en términos de seguridad y efectividad.
En el presente estudio se incluyeron 21 pacientes con una edad media de 76 años. Todos estaban en baja clase funcional y la mayoría habían sido hospitalizados por insuficiencia cardíaca. Además, 6 presentaban ascitis; 13 recibieron cirugía cardíaca y 6 TAVI.
En la mayoría de los pacientes (N=18), la causa de la insuficiencia tricuspídea fue funcional, en 13 severa y en 8 masiva o torrencial.
La vena contracta fue de 12 mm. y el diámetro del anillo tricuspídeo de 41 mm.
El riesgo quirúrgico fue alto (EuroSCORE 11%).
El éxito técnico se alcanzó en todos los pacientes. El tiempo del procedimiento fue de 92 minutos, hubo una complicación vascular mayor y ninguna muerte hospitalaria, conversión a cirugía o stroke. La hospitalización fue de 10 días.
A 30 días solo se registró una muerte no relacionada al dispositivo.
En el seguimiento a 60 días se observó una mejoría en la clase funcional de todos los pacientes, ocurrieron 3 muertes (2 de causas cardiovasculares y 1 no cardiovascular) y 4 fueron re-hospitalizados por insuficiencia cardíaca.
En la tomografía de control se observó que dos pacientes presentaron daño estructural menor del dispositivo sin afectar su función y en la resonancia magnética nuclear una disminución del volumen de fin de diástole del ventrículo derecho.
La sobrevida al año fue del 76% .
Conclusión
La presente información indica la factibilidad del implante del stent transfemoral bi-cava valvulado para el tratamiento de la insuficiencia tricuspídea severa. Se observó una mejoría de la clase funcional y una reversibilidad del remodeling del ventrículo derecho. La fractura del stent no alteró su función pero requiere una mejoría en el diseño de la prótesis y una cuidadosa selección de los criterios de elegibilidad.
Dr. Carlos Fava.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org
Título Original: Early Clinical Experience With the TRICENTO Bicaval Valved Stent for Treatment of Symptomatic Severe Tricuspid Regurgitation: A Multicenter Registry.
Referencia: Mirjam G. Wild, et al. Circ Cardiovasc Interv. 2022;15:e011302. DOI: 10.1161/CIRCINTERVENTIONS.121.011302.
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