Actualmente, se recomienda el uso de stents liberadores de fármacos (DES) para el tratamiento percutáneo de lesiones coronarias. Sin embargo, la reestenosis intrastent (ISR) sigue siendo el principal problema, representando un desafío que se presenta en un 5-10% de los pacientes que se someten a una angioplastia coronaria (ATC). Las guías europeas de cardiología sugieren la utilización de DES de nueva generación y balones recubiertos de fármacos (DCB) para tratar la ISR.
Recientemente, ha aumentado el interés por los stents bioabsorbibles (BVS), que, además de sus propiedades antiproliferativas, tienen la capacidad de desaparecer del vaso, evitando la acumulación de capas metálicas adicionales.
Existen dos estudios relevantes en este contexto. Por un lado, el RIBS VI (Restenosis Intrastent: tratamiento con estructuras vasculares bioabsorbibles; NCT02672878), un estudio multicéntrico prospectivo que evaluó la seguridad y eficacia de los BVS en pacientes con ISR, mostrando resultados angiográficos y clínicos similares a los obtenidos con DCB a un año de seguimiento. Sin embargo, ambas estrategias (DCB y BVS) arrojaron resultados inferiores en comparación con los DES de nueva generación.
Por otro lado, tenemos el estudio RIBS VI (Reestenosis intrastent: stent bioabsorbible con scoring balón), el cual no logró demostrar un beneficio adicional en pacientes con ISR. A pesar de esto, no se disponen de resultados a largo plazo sobre la eficacia de los BVS en esta población.
El objetivo de este estudio prospectivo multicéntrico fue evaluar la eficacia clínica y la seguridad a largo plazo de los BVS en pacientes con ISR, comparándolos con DES y DCB. El punto final primario (PFP) fue la revascularización de la lesión tratada a tres años, muerte cardíaca, infarto agudo de miocardio (IAM), eventos adversos cardiovasculares mayores (MACE) y trombosis del stent.
Lea también: Hematoma intramural y “cuttering” como técnica de rescate.
Se incluyeron 718 pacientes en el análisis, de los cuales 220 provenían de los estudios RIBS VI y RIBS VI scoring (95 con ISR de stents metálicos [BMS] y 125 con ISR de DES, tratados con BVS) y 498 pacientes de los estudios RIBS IV y RIBS V (309 con ISR de DES y 189 con ISR de BMS, tratados 249 con DCB y 249 con DES). La edad media fue de 65 años y la mayoría de los pacientes eran hombres. La presentación clínica más común fue el síndrome coronario crónico estable. La arteria coronaria más tratada fue la descendente anterior, seguida de la arteria coronaria derecha.
A los tres años de seguimiento, la tasa de revascularización de la lesión tratada después del uso de BVS fue del 14,1% (comparado con el 12,9% para DCB [no significativo] y 5,2% para DES [HR: 2,80; IC 95%: 1,47-5,36; P = 0,001]). En el análisis a un año, la tasa de revascularización de la lesión tratada fue significativamente mayor con BVS en comparación con DES (HR ajustado: 3,41; IC 95%: 1,15-10,08) y DCB (HR ajustado: 3,33; IC 95%: 1,14-9,70). La incidencia de trombosis de stent muy tardía fue mayor con BVS (BVS: 1,8%, DCB: 0,4%, DES: 0%; P = 0,03).
Conclusión
Este estudio demuestra que en pacientes con ISR, el uso de DES ofrece mejores resultados clínicos en comparación con DCB y BVS. Además, durante el primer año de seguimiento, los DCB demostraron ser más seguros y efectivos que los BVS.
Título Original: Long-Term Results of Bioresorbable Vascular Scaffolds in Patients With In-Stent Restenosis The RIBS VI Study.
Referencia: Javier Cuesta, MD et al (JACC Cardiovasc Interv 2024;17:1825–1836).
Suscríbase a nuestro newsletter semanal
Reciba resúmenes con los últimos artículos científicos