Uno de los principales desafíos en la estenosis aórtica severa son los pacientes que presentan anillos valvulares pequeños, definidos por un área ≤430 mm². Esta condición representa una situación compleja tanto para la cirugía de reemplazo como para la estrategia que debe adoptar el cirujano.
En el contexto del TAVI, actualmente disponemos de válvulas autoexpandibles (SEV), cuyo implante es supraanular, y válvulas balón expandibles (BEV), cuyo implante es intraanular.
Si bien el estudio SMART demostró que las SEV son superiores a 12 meses, aún persisten interrogantes en este escenario respecto a cuál es la válvula más adecuada para implantar.
Se realizó un análisis retrospectivo entre octubre de 2009 y diciembre de 2022, en el que se incluyeron 565 pacientes con anillo pequeño. De ellos, 361 (63.9%) recibieron BEV y el resto SEV.
Las BEV utilizadas fueron SAPIEN, SAPIEN XT y SAPIEN 3; mientras que las SEV correspondieron a CoreValve, Evolut R, Evolut PRO y Evolut PRO+.
La edad media fue de 84 años, el 87% fueron mujeres, con un STS promedio de 6.7%. La prevalencia de hipertensión fue del 79%, EPOC 16%, enfermedad coronaria 22%, cirugía cardíaca previa 7% y fibrilación auricular 17.5%. El filtrado glomerular fue de 50 mL/min/1.73 m², y la presencia de diabetes fue más elevada en el grupo BEV.
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La fracción de eyección promedio fue del 65%. El área derivada del diámetro del anillo fue de 21.6 mm. El área valvular aórtica fue menor en el grupo SEV, acompañada de un mayor gradiente y mayor velocidad.
La gran mayoría de los procedimientos se realizaron por acceso femoral. Tras el implante, las SEV presentaron una velocidad pico menor (1.84 vs. 2.27 m/s, p<0.001), un gradiente medio inferior (7.41 mmHg vs. 11.49 mmHg, p<0.001), un área valvular mayor (1.88 vs. 1.6 cm², p<0.001), y un área aórtica indexada más alta (1.37 vs. 1.17 cm²/m², p<0.001), sin diferencias significativas en la presencia de leaks moderados o severos.
Durante un seguimiento promedio de 3.6 años (rango de 2 a 5.7 años, con un máximo de 12 años), las SEV mostraron menor deterioro estructural valvular y menor incidencia de fallo de la bioprótesis (1.1% vs. 9.1% a los 5 años y 0.7% vs. 8.1% a los 5 años, respectivamente).
Un análisis de subdistribución de Fine-Gray reveló que las SEV presentaron menor deterioro estructural (HR: 0.19; IC 95%: 0.06–0.61, p=0.005) en comparación con las BEV, así como menor tasa de fallo de la bioprótesis (HR: 0.30; IC 95%: 0.11–0.85, p=0.024).
Conclusión
Las válvulas autoexpandibles parecen ser las más adecuadas en términos de durabilidad en pacientes con anillos valvulares pequeños.
Referencia: Yutaka Matsuhiro, el tal. Catheterization and Cardiovascular Interventions, 2025; 105:990–997 https://doi.org/10.1002/ccd.31415.
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