Titulo original: Long-Term Mortality in Patients With Radiation-Associated Coronary Artery Disease Treated With Percutaneous Coronary Intervention.
Referencia: Reed GW et al. Circ Cardiovasc Interv. 2016 Jun;9(6).
Gentileza Dr. Brian Nazareth Donato.
La radioterapia es un tratamiento frecuente para tumores de origen maligno. Sin embargo, se asocia con efectos adversos cardiovasculares tales como la pericarditis constrictiva, degeneración valvular y enfermedad coronaria acelerada (EAC) entre otros.
Se cree que la EAC posee una fisiopatología diferente a la enfermedad aterosclerótica, aunque estos mecanismos aún no son del todo conocidos. Es por esto que aun no está claro si las estrategias terapéuticas habituales deben extrapolarse a esta población en estudio.
Se realizó un estudio de cohorte retrospectivo y observacional, analizando un total de 314 pacientes sometidos a Angioplastia Percutánea (PCI) entre enero del 2000 y diciembre 2012. Estos pacientes se dividieron en dos grupos (1:1): por un lado, aquellos pacientes tratados con PCI por enfermedad aterosclerótica y, por el otro, los sometidos a PCI con antecedente de exposición a radioterapia.
Las características basales de ambos grupos no presentaban diferencias estadísticamente significativas. El tumor más frecuente fue el de mama (60%), seguido por pulmón (15%), linfoma Hodgkin (14%), linfoma no Hodgkin (10%). El tiempo medio entre la exposición a radioterapia y la PCI fue de 13 +/- 10 años y un 19 % de los pacientes había recibido quimioterapia con agentes cardiotóxicos. El 8% de los pacientes fue tratado con PCI con balón, 39% con stent convencional (BMS) y el 53 % restante con stent liberador de fármacos (DES).
Durante una media de seguimiento de 6,6 +/- 5,5 años luego de la PCI, el grupo expuesto a radioterapia presentó una mortalidad global del 38 % vs. el 27 % del grupo control (p= 0,04). La radioterapia fue predictor independiente de mortalidad global (HR 1.85; IC 95% 1.21 – 2.85 p=0.004) y de mortalidad cardiovascular (HR 1.70; IC 95% 1.06-2.89 p=0.03).
El 54 % de las muertes en el grupo radioterapia fue de causa cardiovascular mientras que, en el grupo control, la tasa de mortalidad cardiovascular fue del 46 %. (p= 0.045).
Estratificados por tipo de angioplastia, la no utilización de DES fue un predictor de mayor mortalidad global y mayor mortalidad cardiovascular en el grupo que había recibido radioterapia, pero no el grupo control.
Conclusión
La exposición previa a radioterapia en pacientes que desarrollan enfermedad coronaria se presenta como un factor de riesgo independiente de muerte cardiovascular. En este grupo, aquellos que son sometidos a PCI con balón o BMS presentan aún más mortalidad. Aunque esto no pruebe la causalidad entre el tipo de PCI y mortalidad, en pacientes con enfermedad coronaria asociada a antecedentes de radioterapia es razonable considerar, siempre que sea posible, realizar la angioplastia con stents farmacológicos.
Comentario editorial
El grupo de pacientes con enfermedad coronaria asociada a radioterapia constituye una población en la cual aun hoy en día no está dilucidado cual es la mejor estrategia de revascularización y la evidencia en cuanto al impacto de este antecedente en la evolución alejada de la angioplastia coronaria es controvertida.
Este estudio agrega información sobre una población relativamente numerosa y con buen seguimiento. Es importante notar que la utilización de stents convencionales fue determinante de mala evolución, aunque no puede descartarse que la elección haya sido realizada por la existencia de factores co-mórbidos más determinantes de la misma que el tipo de stent utilizado.
Gentileza Dr. Brian Nazareth Donato. Hospital Britanico de Buenos Aires, Argentina.
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