El implante directo (sin predilatación) resultó no inferior a la estrategia convencional de implante con valvuloplastia previa utilizando la prótesis S3 (aunque el procedimiento no se simplificó por ahorrar este paso). En unos pocos pacientes la prótesis no fue capaz de atravesar la válvula nativa, teniendo que retirar todo el dispositivo para realizar la valvuloplastia. Según estos datos se puede realizar implante directo eligiendo correctamente los pacientes y sin esperar ningún beneficio a cambio.
El DIRECTAVI (Direct Transcatheter Aortic Valve Implantation) fue un estudio abierto con diseño de no inferioridad que incluyó pacientes con estenosis aórtica severa que recibieron la prótesis Edwards SAPIEN 3 randomizados a implante directo o predilatación.
La tasa de éxito del dispositivo con el implante directo fue de 80.2% y resultó no inferior al grupo con predilatación (75.7%; p=0.02). No se observó mismatch protésico o insuficiencia aórtica paravalvular severa en ningún grupo.
El 5.8% de los pacientes randomizados a implante directo requirieron predilatación dada la imposibilidad de cruzar la válvula nativa con la prótesis.
Las complicaciones que se presentaron fueron básicamente problemas de conducción que requirieron marcapasos y resultaron casi idénticos entre ambos grupos (20.9% vs 19%; p=0.7).
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No se observaron diferencias entre las dos estrategias en términos de duración del procedimiento, volumen de contraste, exposición a la radiación y tasa de post dilatación.
Conclusión
El implante directo la prótesis en el TAVI es similar en términos de resultados a la estrategia estándar con predilatación previa sin que por esto ahorre tiempo de procedimiento. Existe la posibilidad de que no sea posible cruzar la válvula estenótica con la prótesis, por lo que hay que seleccionar los pacientes.
Título original: Prior Balloon Valvuloplasty Versus Direct Transcatheter Aortic Valve Replacement Results From the DIRECTAVI Trial.
Referencia: Florence Leclercq et al. J Am Coll Cardiol Intv 2020;13:594–602.
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