Un monitoreo electrocardiográfico continuo y previo al implante valvular aórtico por catéter (TAVI) pudo identificar eventos arrítmicos en casi la mitad de los pacientes analizados en este estudio (que será publicado en los próximos días en JACC Interventions). De ellos, un cuarto requirió medidas terapéuticas urgentes previas al procedimiento.
Trastornos de conducción previos (particularmente el bloqueo de rama derecha y la insuficiencia renal crónica) se asociaron a mayor riesgo de arritmias.
Estas arritmias sin diagnóstico previo son demasiado frecuentes y, en ese sentido, podríamos decir que muchas fueron “injustamente” adjudicadas al TAVI (en el monitoreo protocolar post implante se realiza el diagnóstico, se asume la arritmia como nueva y se registra como evento del procedimiento cuando el problema siempre estuvo ahí).
Este trabajo trae como novedad el uso del monitoreo electrocardiográfico continuo para conocer la incidencia y el tipo de eventos arrítmicos en candidatos al TAVI. También permite conocer el impacto de los cambios terapéuticos secundarios a la detección de estas arritmias desconocidas.
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Se incluyeron de manera prospectiva 106 pacientes con estenosis aórtica severa, sin marcapasos previo y que eran candidatos a TAVI. Se realizó un monitoreo prolongado (una semana) dentro de los 3 meses previos al procedimiento.
Se detectaron eventos arrítmicos en el 48.1% de los pacientes, de los cuales el 27.5% requirió un tratamiento.
La fibrilación y la taquicardia auricular se detectó en el 10.1% de los sujetos estudiados y las arritmias ventriculares no sostenidas en el 29.2%. Las bradiarritmias significativas se detectaron en el 20.8% de la población, requiriendo cambios de la medicación o incluso marcapasos definitivo.
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La detección de bradiarritmias se incrementó en un 30% en los pacientes con bloqueo preexistente de 1º grado y en un 47% en aquellos con bloqueo de rama derecha.
La insuficiencia renal crónica, la mayor calcificación valvular y la disfunción ventricular determinaron (o al menos tendieron a esto) a incrementar la chance de arritmias no diagnosticadas.
Los eventos post TAVI ocurrieron en un 22.1% de la población. El monitoreo continuo previo agilizó el diagnóstico y la toma de decisiones en un tercio de la población.
Título original: Prolonged Continuous Electrocardiographic Monitoring Prior to Transcatheter Aortic Valve Replacement. The PARE Study.
Referencia: Lluis Asmarats et al. J Am Coll Cardiol Intv 2020, article in press. https://doi.org/10.1016/j.jcin.2020.03.031.
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