A lo largo del tiempo, la angioplastia transluminal percutánea (ATP) con balones liberadores de droga (DCB) ha demostrado ser más beneficiosa que la ATP convencional. Sin embargo, en muchos casos, la implantación de un stent se vuelve necesaria debido a la dificultad para lograr un resultado satisfactorio.
Aunque existen varios informes sobre este escenario, la durabilidad a largo plazo sigue siendo motivo de interrogación.
Se llevó a cabo un análisis exhaustivo a lo largo de 5 años en el marco del estudio IN.PACT, evaluando a 1.397 pacientes con lesiones severas en el territorio femoropoplíteo. De estos, 353 recibieron DCB más bare metal stent (DCB BMS) y 1.044 a DCB exclusivamente.
El Punto Final Primario de Seguridad (PFPS) fue TLR dirigida por isquemia, y se examinó la incidencia acumulada de TLR dirigida por isquemia a los 5 años.
La edad media de los participantes fue de 68 años, y no se observaron diferencias en la presencia de diabetes, hipertensión, dislipemia, obesidad, deterioro de la función renal, enfermedad coronaria o carotídea. Tampoco se encontraron disparidades en la clase funcional, analizada mediante la categoría clínica de Rutherford, aunque el Índice ABI fue menor en aquellos que recibieron DCB BMS.
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No hubo variación en el número de lesiones ni en el diámetro de referencia. Sin embargo, quienes recibieron DCB BMS mostraron una mayor incidencia de lesiones de novo, longitud, oclusiones totales, longitud de las oclusiones totales, calcificaciones y porcentaje de oclusión pre y post dilataciones. A su vez, las reestenosis fueron más frecuentes en los pacientes tratados con DCB.
A los 5 años, no se observaron diferencias significativas en el PFPS, evaluado mediante la libertad en la curva de Kaplan Meier (68.8% vs. 70%, p=0.219 para DCB BMS vs. DCB), ni en eventos mayores (49.1% vs. 45%, p=0.17), mortalidad ni amputación.
Conclusión
En el contexto «del mundo real», la revascularización compleja del territorio arterial fémoropoplíteo con angioplastia mediante DCB sola o seguida de un BMS provisional en ciertas lesiones demostró ser comparable en términos de seguridad clínica y eficacia.
Dr. Carlos Fava.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Referencia: Gary M. Ansel et al. Circ Cardiovasc Interv. 2024;17:e013084. DOI: 10.1161/CIRCINTERVENTIONS.123.013084.
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