El implante de marcapasos definitivo (MCP) por bloqueo auriculoventricular (BAV) de alto grado continúa siendo una de las complicaciones más frecuentes tras el implante valvular aórtico percutáneo (TAVI), con una incidencia anual del 10–15 %. Sin embargo, los algoritmos predictivos disponibles siguen mostrando una precisión limitada.

El estudio CONDUCT-TAVI, de carácter prospectivo y multicéntrico (realizado en dos centros australianos), incluyó 200 pacientes sometidos a TAVI entre 2021 y 2023. Se registraron variables clínicas, anatómicas y procedimentales, y se efectuó un estudio electrofisiológico con medición de los intervalos AH/HV y estimulación auricular rápida para determinar el punto de Wenckebach (AVW). Además, se implantaron registradores subcutáneos para monitoreo continuo durante un año.
El objetivo primario fue el implante de MCP secundario a BAV de alto grado. Los objetivos secundarios incluyeron MCP temprano (≤ 48 h) y tardío (> 48 h), nuevo bloqueo completo de rama izquierda (BCRI) persistente y aparición de fibrilación auricular (FA) de novo.
La incidencia total de MCP al año por BAV de alto grado fue del 21 % (13,5 % temprano y 7,5 % tardío), mientras que la FA nueva se observó en el 21,7 % de los pacientes. La incidencia de BCRI inmediato post-TAVI fue del 43,6 %, reduciéndose al 19,1 % a las 24 horas. La mortalidad total al año fue del 7,5 %, y la mortalidad cardiovascular, del 2,5 %.
Los predictores independientes de MCP fueron:
- Bloqueo completo de rama derecha (BCRD) previo (OR 5,45; IC 95 %: 1,67–17,84; p = 0,005),
- Incremento del intervalo HV (ΔHV) > 10 ms (OR 3,62; IC 95 %: 1,23–10,67; p = 0,020), y
- AVW inducido por estimulación auricular rápida pre-TAVI (OR 3,70; IC 95 %: 1,37–9,98; p = 0,010).
El modelo multivariable integró estas variables en el CONDUCT-TAVI score, que alcanzó un área bajo la curva (AUC) de 0,794 y un valor predictivo negativo del 98 %.
El análisis de Cox confirmó que el BCRD y el AVW pre-TAVI fueron predictores independientes de MCP a un año. Asimismo, el riesgo de MCP fue significativamente mayor con válvulas autoexpandibles (78,6 % vs. 57,0 %; p = 0,01), mayor sobredimensionamiento del dispositivo respecto al anillo (19,7 % vs. 14,8 %; p < 0,001) y presencia de BAV transitorio intra-procedimiento (54,8 % vs. 10,8 %; p < 0,001).
Conclusión
Este estudio prospectivo confirma que las alteraciones de la conducción continúan siendo frecuentes tras el TAVI, con una incidencia del 21 % de MCP por BAV de alto grado y 21,7 % de FA nueva. Los factores electrofisiológicos resultaron los predictores más sólidos, y el CONDUCT-TAVI score mostró una alta capacidad para identificar pacientes de bajo riesgo (valor predictivo negativo del 98 %), lo que podría optimizar el seguimiento y favorecer el alta temprana posterior al procedimiento.
Referencia: Karan Rao et al., Circulation: Cardiovascular Interventions, Vol. 18, e015446, 2025.
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