Título original: Outcomes of anatomical versus functional testing for coronary artery disease. Presentador: Douglas PS.
A principios del presente año, el ensayo PROMISE no logró confirmar que utilizar la angiografía coronaria por tomografía en lugar de pruebas funcionales para la evaluación de pacientes con dolor torácico influye en los resultados clínicos, si bien múltiples análisis secundarios sugieren ahora que podría tener otros beneficios, incluidas mejoras en la precisión y seguridad diagnósticas así como un uso preventivo de la medicación.
El PROMISE randomizó 10.003 pacientes sintomáticos con sospecha de enfermedad coronaria a recibir una estrategia inicial de tomografía o prueba funcional (ECG de esfuerzo, prueba nuclear de esfuerzo o ecocardiografía de esfuerzo). Publicados en marzo de 2015, los resultados principales confirmaron que el punto final combinado de muerte, infarto, hospitalizaciones por cuadros de angina inestable o complicaciones quirúrgicas graves fueron similares entre el grupo sometido a tomografía y el sometido a pruebas funcionales (3.3% vs 3.0%) durante el seguimiento medio que se hizo a 25 meses.
No obstante, los análisis secundarios que se realizaron sugieren que podría haber diferencias entre una y otra estrategia. Los hallazgos de las pruebas fueron estratificados en normales, algo anómalos, moderadamente anómalos y gravemente anómalos. La proporción de resultados normales fue menor en el brazo sometido a tomografía que en el sometido a pruebas funcionales (33.3% vs 78.0%; p=0.001). La mayor precisión pronostica de la tomografía quedó confirmada con un mayor índice neto de reclasificación (0.67 vs 0.40).
Los hallazgos predefinidos como importantes se observaron en el 12% de los pacientes sometidos a tomografía incluyendo un 9% de nódulos pulmonares, 1.5% de anomalías coronarias y proporciones más bajas de embolismos pulmonares, neumonía y aneurismas aórticos o disecciones.
Teniendo en cuenta estos hallazgos con una menor dosis de radiación sumado a la capacidad de detectar patologías potencialmente importantes a nivel clínico, la tomografía se convierte en una atractiva prueba de primera línea para todos aquellos pacientes con sospecha de enfermedad coronaria.