La última evidencia disponible sugiere que la cirugía abierta para aneurismas de aorta torácica descendente debería ser la primera opción. Sin embargo, este reciente trabajo publicado en J Am Coll Cardiol parece que viene a dar un golpe de timón.
Para este estudio, la cirugía abierta se asoció a un incremento de la mortalidad precoz, pero a una menor mortalidad tardía. Más allá de esta ventaja en el largo plazo, la sobrevida promedio en todo seguimiento resultó con la reparación endovascular. Con estos datos la reparación endovascular debería ser considerada el tratamiento de primera línea para los aneurismas de aorta torácica no rotos.
Este análisis retrospectivo utilizó propensity score para poder comparar 1235 pacientes que recibieron cirugía y 2470 pacientes que recibieron reparación endovascular intervenidos entre 1999 y 2010, con un seguimiento hasta 2014. Se evaluó la mortalidad perioperatoria y la sobrevida, las reintervenciones fueron un punto final secundario.
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La mortalidad peri-procedimiento fue mayor para la cirugía, con diferencias entre los centros de alto volumen (OR: 1.97, IC 95% 1.53 a 2.61) y los de bajo volumen (OR: 3.62 IC 95% 2.88 a 4.51), aunque esto se invirtió al final del seguimiento. Más allá de la sobrevida al comienzo y al final, al hacer un promedio en los 9 años de seguimiento, está fue mejor con el reemplazo endovascular (p<0.001). El riesgo de reintervenciones (un punto final secundario) favoreció a la cirugía.
Conclusión
La cirugía convencional se asocia con una mayor mortalidad inicial y una menor mortalidad al final del seguimiento comparado con el reemplazo endovascular. Al hacer el promedio de los 9 años de seguimiento de estos pacientes, la sobrevida favorece a la reparación endovascular, por lo que ésta debería ser la nueva estrategia de primera línea.
Título original: Endovascular Versus Open Repair of Intact Descending Thoracic Aortic Aneurysms.
Referencia: Peter Chiu et al. J Am Coll Cardiol 2019;73:643–51.
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