Se ha reportado una curva en forma de J para la cantidad de alcohol consumida y los strokes isquémicos. En ese sentido, existiría una determinada proporción que sería beneficiosa en comparación con la abstinencia absoluta y el consumo desmedido.
En aras de esclarecer dicho punto, este trabajo analizó los patrones de consumo sobre los strokes en una población de mediana edad (40 a 64 años).
Se definieron 5 patrones de consumo de acuerdo con la frecuencia y la cantidad ingerida por ocasión. En el grupo 0 se incluyeron los abstemios; el grupo I consumió < 30g/día y <5 días a la semana; el grupo 2 < 30g/día en al menos 5 días o más por semana; el grupo III >30 g/día en < 5 días por semana; y el grupo IV >30 g/día en al menos 5 días de la semana o más.
Aquí es bueno recordar cómo realizar el cálculo de los gramos de alcohol.
La graduación alcohólica se expresa en grados y mide el contenido de alcohol absoluto en 100 centímetros cúbicos (cc), es decir, el porcentaje de alcohol que contiene una bebida.
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Por ejemplo, un vino que tiene 13 de gradación alcohólica significa que contiene 13 cc de alcohol absoluto por cada 100 cc del total. El grado alcohólico viene expresado en los envases como (°) o bien como vol%.
Para realizar el cálculo la fórmula sería: volumen consumido (en cc) x graduación x 0.8 y todo esto dividido 100. Es preciso preguntar al paciente qué toma (nos da la graduación) y cuánto (nos da el volumen en cc) para calcular si ese consumo es beneficioso o perjudicial para su salud.
Con un total de 152469 participantes incluidos (edad media de 50.2 años) del registro del seguro nacional de salud de Korea y un seguimiento medio de 9 años se obtuvieron conclusiones interesantes.
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Comparado con los abstemios, aquellos que tomaban menos de 5 días por semana (grupo I y III) mostraron significativamente menos strokes (grupo 1, HR 0.71 IC 95%, 0.59 a 0.85 y grupo III HR 0.8, IC 95%, 0.68 a 0.93) durante los primeros 7 años con respecto al basal. Los otros patrones no mostraron diferencias.
Este efecto observado en los primeros años de seguimiento se atenúa posteriormente.
Conclusión
Se observó una reducción de los strokes isquémicos con patrones específicos de consumo de alcohol limitado al primer período del seguimiento. Los médicos tenemos que ser prudentes al aconsejar sobre el consumo de alcohol teniendo en cuenta no solo el riesgo de stroke sino también la salud global de los pacientes a largo plazo.
Título original: Drinking Patterns and Risk of Ischemic Stroke in Middle-Aged Adults. Do Beneficial Drinking Habits Indeed Exist?
Referencia: Wookjin Yang et al. Stroke. 2020;51:00–00. DOI: 10.1161/STROKEAHA.120.032144.
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