A pesar que la necesidad de repetir la cinecoronariografía luego de una ATC ha disminuido con el uso de stents liberadores de droga y con la mejoría del tratamiento médico, los pacientes continúan presentando recurrencia isquémica o eventos cardiovasculares en el seguimiento.
El uso de una prueba funcional en el seguimiento luego de una ATC o CRM es una práctica frecuente en nuestro medio. Es por esto que las guías recomiendan (Clase IIb) una prueba funcional en pacientes de alto riesgo luego de 6 meses de una ATC, y luego de 1 año de una CRM. Sin embargo, hay información limitada sobre estudios randomizados para esta recomendación.
El objetivo de este estudio multicéntrico y randomizado fue determinar el efecto en los resultados clínicos de una estrategia de seguimiento que incluía una prueba funcional de rutina en pacientes de alto riesgo luego de realizarse una ATC.
El punto final primario (PFP) fue un combinado de eventos cardiovasculares mayores que incluyó muerte por cualquier causa, IAM u hospitalización por angina inestable a 2 años. El punto final secundario (PFS) incluyó además de los componentes individuales del PFP, coronariografía invasiva y repetir la revascularización.
Se randomizaron 1706 pacientes en varios centros de Corea del Sur a seguimiento con prueba funcional a 1 año vs tratamiento convencional solamente. La edad media fue de 64 años y la mayoría de los pacientes eran hombres. Con respecto a la complejidad de las lesiones coronarias, el 21% tenía enfermedad de tronco de coronaria izquierda, el 43% presentaba enfermedad en bifurcación coronaria, el 69% tenía enfermedad de múltiples vasos, el 70% presentaba enfermedad difusa y el 19% síndrome coronario agudo. La utilización de valoración funcional mediante FFR fue de 35% y el uso de IVUS fue de 74%.
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No hubo diferencias en el PFP a 2 años (HR 0.90; 95% [CI], 0.61 -1.35; P = 0.62). En lo que respecta al PFS, a 2 años el 12% de los pacientes en el grupo prueba funcional fueron a cinecoronariografía vs 9% en el grupo de tratamiento convencional. Y además el 8% de los pacientes del grupo prueba funcional requirió repetir revascularización en el seguimiento comparado con 5.8% del otro grupo.
Conclusión
En este estudio que incluyó pacientes de alto riesgo que se realizaron ATC, la prueba funcional de rutina en el seguimiento comparado con el tratamiento convencional no resultó en un menor riesgo de eventos cardiovasculares isquémicos o muerte por cualquier causa a los 2 años.
Dr. Andrés Rodríguez.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Título Original: Routine Functional Testing or Standard Care in High-Risk Patients after PCI.
Referencia: Duk‑Woo Park, M.D et al August 28, 2022, at NEJM. Presentado en ESC 2022.
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