Estudio comparó datos agrupados de pacientes en la terapéutica con stent vs cirugía de by-pass en femoropoplíteo, en pacientes claudicantes y con isquemia crítica.
La revascularización sobre el territorio femoropoplíteo tiene el objetivo principal de mejorar la calidad de vida y la capacidad funcional de aquellos pacientes claudicantes que no presentaron respuesta al tratamiento médico, y el objetivo de salvar el miembro afectado en aquellos pacientes con isquemia crítica (IC).
Este segmento arterial específico se encuentra expuesto a múltiples fuerzas externas como la torsión, flexión, extensión y la compresión, lo cual conlleva una consideración especial en su manejo.
Durante muchos años la cirugía de bypass (CBP) fue la vía de elección, pero hoy en día, con una mejoría en las técnicas y en el material de trabajo, el abordaje endovascular se ha posicionado como una alternativa equiparable.
El grupo de Farhan et al, realizaron un trabajo con el objetivo de analizar los datos agrupados de pacientes (pooled analysis) incluidos en estudios randomizados que compararon enfermedad femoropoplítea con tratamiento endovascular con stent vs CBP.
Se incluyeron pacientes claudicantes y con isquemia crítica, a los cuales se les realizó angioplastia con stent (convencional, liberador de drogas o forrado) vs cirugía con prótesis o vena autóloga.
El punto final primario del estudio fue la presencia de eventos adversos mayores relacionados al miembro (MALE), que consistió en mortalidad de todas las causas, amputación mayor o reintervención del miembro afectado. Los puntos finales secundarios incluyeron a la sobrevida libre de amputaciones, mortalidad de todas las causas y permeabilidad primaria. El punto final de seguridad fue la presencia de complicaciones tempranas (30 días).
En el seguimiento promedio de 2.12 años, se obtuvieron datos de 639 pacientes incluidos en 5 estudios randomizados. La edad promedio fue de 68.3±9 años y el 29% eran mujeres. La mayoría se presentaron como claudicantes (61.3%). La rama endovascular fue tratada en un 31.7% con stent convencional, 26.5% con stent cubierto y 41.8% con stent liberador de drogas. Mientras que la rama quirúrgica usó vena autóloga en el 52.9% de los casos y prótesis en el resto.
No se observaron diferencias significativas en el PFP (40.1% vs 36.4%; P=0.447), tanto en la cohorte total como en los subgrupos planteados por protocolo (>75 años, diabetes, claudicantes o IC). A su vez, no se observaron diferencias en la sobrevida libre de amputación, mortalidad de todas las causas ni reintervenciones.
Respecto a la permeabilidad primaria, los pacientes con intervención endovascular tuvieron menor índice de permeabilidad en el seguimiento (51.2% vs 61.3; IC 95% 0.024). Sin embargo, al realizar la exclusión de pacientes con falla de la intervención índice está diferencia fue de manera no significativa (53.6% vs 61.3%; P=0.140).
Al analizar la seguridad peri-procedimiento, se observó que en el tratamiento endovascular hubo menor cantidad de eventos de manera significativa (6.8% va 22.6%; P<0.001).
Conclusiones
En pacientes con enfermedad femoropoplítea, tanto claudicantes como con isquemia crítica, la terapéutica endovascular con stent, comparado con cirugía de bypass con vena o prótesis, no mostró diferencias significativas en eventos adversos mayores relacionados al miembro y con un perfil de seguridad superior. Estos resultados agrupados de múltiples estudios aleatorizados avalan la seguridad y eficacia del tratamiento con stents del territorio femoropoplíteo.
Dr. Omar Tupayachi.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Título Original: Revascularization Strategies for Patients With Femoropopliteal Peripheral Artery Disease.
Referencia: Farhan, Serdar et al. “Revascularization Strategies for Patients With Femoropopliteal Peripheral Artery Disease.” Journal of the American College of Cardiology vol. 81,4 (2023): 358-370. doi:10.1016/j.jacc.2022.10.036.
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