La angioplastia coronaria (ATC) primaria se considera el tratamiento de elección en el infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST (STEMI). No obstante, es ampliamente reconocido que en muchos casos existen lesiones significativas en otras arterias coronarias. Estudios aleatorizados previos han demostrado que la revascularización completa en un segundo procedimiento es más beneficiosa que la intervención exclusiva en la arteria responsable del infarto.
Sin embargo, aún no existe evidencia concluyente que respalde la realización de la ATC en las otras arterias coronarias durante el mismo procedimiento.
El estudio MULTISTAR Trial abordó esta cuestión, incluyendo a 840 pacientes con IAM que estaban hemodinámicamente estables y que presentaban lesiones en múltiples vasos coronarios. De estos pacientes, 418 fueron sometidos a una ATC primaria junto con la ATC inmediata de las lesiones severas en otras arterias coronarias (ATC I), mientras que a 422 se les realizó la ATC solo en la arteria responsable del infarto, posponiendo la intervención en las lesiones severas en el resto de los vasos (ATC D). Esta segunda intervención se llevó a cabo entre el día 19 y el día 45 después del evento. Cabe destacar que se utilizó el stent de tercera generación SYNERGY de Boston Scientific.
El punto final primario (PFP) del estudio MULTISTAR Trial consistió en un conjunto de eventos que incluían la muerte por cualquier causa, infarto agudo de miocardio no mortal, stroke, revascularización no planificada debido a isquemia u hospitalización por insuficiencia cardíaca en el plazo de un año desde la randomización.
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La edad promedio de los participantes fue de 75 años, con una mayoría de hombres. El 50% de los pacientes presentaban hipertensión, el 15% tenía diabetes, el 6% había sido sometido previamente a una ATC, el 5% había tenido un infarto agudo de miocardio anteriormente, el 2% había sufrido un accidente cerebrovascular, el 2% padecía enfermedad vascular periférica y el 4% experimentó un paro cardiorrespiratorio antes de llegar al hospital.
La localización más común del infarto agudo de miocardio fue la región anterior (40%), seguida de la inferior (11%), lateral y posterior.
El acceso más frecuente fue el radial (72%). No se observaron diferencias significativas entre los dos grupos en cuanto al procedimiento, ni en la arteria responsable del infarto, las lesiones en múltiples vasos o los stents utilizados. El uso de técnicas de imagen intravascular (IVUS, OCT) o la evaluación de la fisiología coronaria fueron poco frecuentes.
En cuanto al punto final primario a los 12 meses, la ATC I no fue inferior a la estrategia de ATC D. La tasa de eventos fue del 8.5% en el grupo de ATC I y del 13.6% en el grupo de ATC D, lo que representa una razón de riesgo de 0.52 (intervalo de confianza del 95%: 0.38 a 0.72; p < 0.001 para no inferioridad y p < 0.001 para superioridad). Además, no se observaron diferencias significativas en términos de muerte por cualquier causa, infarto agudo de miocardio no mortal, accidente cerebrovascular, revascularización guiada por isquemia u hospitalización por insuficiencia cardíaca entre los dos grupos.
Conclusión
En resumen, en pacientes con IAM que están hemodinámicamente estables y presentan lesiones en múltiples arterias coronarias, la estrategia de realizar la ATC inmediata no demostró ser inferior en comparación con la estrategia de diferirla, en lo que respecta a muerte por cualquier causa, infarto agudo de miocardio no mortal, accidente cerebrovascular, revascularización guiada por isquemia u hospitalización por insuficiencia cardíaca durante el período de un año.
Dr. Carlos Fava.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Título Original: Timing of Complete Revascularization with Multivessel PCI for Myocardial Infarction.
Referencia: B.E. Stähli, et al. NEJM DOI: 10.1056/NEJMoa2307823.
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