Título original: Evaluation of the Biodegradable Peripheral Igaki-Tamai Stent in the Treatmentof De Novo Lesions in the Superficial Femoral Artery. The GAIA Study. Referencia: Martin Werner et al. J Am Coll Cardiol Intv 2014;7:305–12.
El objetivo de este trabajo fue evaluar la seguridad y eficacia del stent biodegradable Igaki-Tamai (Igaki Medical Planning Company, Kyoto, Japan) en lesiones oclusivas de la arteria femoral superficial.
Los stents bio degradables de ácido poliláctico han demostrado su eficacia en territorio coronario pero no existen datos para la arteria femoral superficial.
Se enrolaron en forma prospectiva 30 pacientes con lesiones sintomáticas de novo de la arteria femoral superficial que recibieron el stent bio absorbible Igaki-Tamai. Se realizó seguimiento clínico y por Doppler al mes, 6, 9 y 12 meses. Los end points del estudio fueron éxito técnico, tasa de reestenosis, revascularización de la lesión, cambio en el índice tobillo/brazo y mejoría de la calidad de vida.
El largo medio de las lesiones fue de 5,9 cm y el diámetro medio de estenosis se redujo del 89.9% original a 6.2%. La reestenosis binaria a 6 y 12 meses fue del 39.3% y del 67.9% respectivamente con una tasa de revascularización de la lesión del 25% y el 57.1% en los mismos períodos de tiempo. Todas las nuevas revascularizaciones fueron exitosas con una permeabilidad secundaria al año del 89.3%.
Conclusión
El estudio GAIA (Evaluation of the Biodegradable Peripheral Igaki-Tamai Stent in the Treatment of De Novo Lesions in the Superficial Femoral Artery) mostró que el uso de stents biodegradables tienen un resultado inmediato similar a los stents metálicos pero con una alta tasa de revascularización al año. Son necesarias modificaciones en el diseño del stent y en la técnica de implantación para reducir la reestenosis durante el período de reabsorción.
Comentario editorial
Es una limitación de este trabajo la ausencia de grupo control lo que hace imposible una comparación directa con otro dispositivo. El seguimiento sistemático con Doppler podría haber exagerado la tasa de revascularización que no siempre estuvo justificado por la clínica.
SOLACI