Ocluir la orejuela izquierda en el contexto de una cirugía cardíaca en pacientes con fibrilación auricular resultó en una reducción del riesgo de stroke de causa embolica cercana al 40% a 12 meses de acuerdo a un análisis de la base de datos de la Sociedad de Cirujanos Torácicos (STS).
Los pacientes que recibieron oclusión quirúrgica de la orejuela incluso mostraron una reducción del 15% de la mortalidad por cualquier causa.
Los datos de la basa de la STS refleja aproximadamente el 90% de todos los programas de cirugía torácica de Estados Unidos.
Se analizaron 10.524 pacientes que recibieron su primera cirugía cardíaca entre el 2011 y el 2012, ya sea sobre la válvula aórtica, sobre la válvula mitral, combinada con cirugía de revascularización miocárdica o esta última aislada. Todos los cierres de orejuela fueron quirúrgicos pudiendo ser ligadura, clipado o excisión.
Las nuevas técnicas percutáneas para cierre de orejuela como el dispositivo Watchman o el Amplatzer Amulet no fueron estudiadas, por supuesto (todo el trabajo es en pacientes que recibieron cirugía), pero sí es importante el resultado como prueba de concepto sobre el beneficio del cierre de orejuela en pacientes con fibrilación auricular.
Hay que tener en cuenta que al comparar las poblaciones que recibieron cierre de orejuela como un procedimiento agregado en su cirugía cardíaca resultaron más jóvenes, más frecuentemente mujeres, presentaban más frecuentemente fibrilación auricular permanente y ligeramente scores de CHA2DS2-VASc y STS más bajos.
A un año, el 2.2% de los pacientes fue hospitalizado por un evento tromboembólico (end point primario). Este fue significativamente menor para aquellos cuya orejuela fue excluida (1.6% vs 2.5%; HR ajustado 0.62; IC 95% 0.46-0.83).
De manera similar, la mortalidad por cualquier causa también resultó menor (7% vs. 10.8%; HR ajustado 0.85; IC 95% 0.74-0.97) y el end point combinado de evento tromboembólico, stroke hemorrágico o muerte (8.7% vs. 13.5%; HR ajustado 0.70; IC 95% 0.70-0.90).
La tasa global de stroke hemorrágico fue baja para toda la población con solo el 0.2%.
Se realizó además un análisis exploratorio sobre la anticoagulación en el que se observó un dato muy interesante: el grupo que recibió el cierre de orejuela y fue dado de alta sin anticoagulación mostró una reducción del 71% del riesgo tromboembólico al año, lo cual es un beneficio aun mayor que para aquellos que recibieron el cierre de orejuela asociado a anticoagulación.
Sin duda, son necesarios estudios randomizados que avalen toda esta información, especialmente la necesidad de anticoagulación posterior al cierre, y evitar la tentación de trasladar estos resultados al cierre percutáneo de la orejuela.
Título original: Comparative effectiveness of left atrial appendage occlusion among patients with atrial fibrillation undergoing concomitant cardiac surgery.
Presentador: Friedman DJ.
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