Este trabajo nos muestra que puede ser factible re-esterilizar las máscaras N95, KN95 y los barbijos quirúrgicos, aunque no todas las técnicas son iguales y no todos los elementos de protección mantienen su capacidad de filtrado.
La pandemia por COVID-19 produjo, entre otras cosas, una escasez de elementos de protección para el personal de salud.
El CDC sugirió el potencial reuso de los barbijos descartables como una medida de emergencia para no desabastecerse.
Si bien los barbijos quirúrgicos nunca deben ser utilizados como sustituto de las máscaras N95 debido a su menor capacidad de filtrado, existe un estudio randomizado que no observó diferencias en los casos confirmados por laboratorio entre el personal que utilizó barbijos quirúrgicos comunes vs máscaras N95 (esto fue para influenza).
El CDC también recomendó que las máscaras KN95 (la versión china de las N95) eran una alternativa aceptable cuando las N95 no estaban disponibles.
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El objetivo de este trabajo fue evaluar la eficiencia en el filtrado de los diferentes tipos de máscaras luego de la re-esterilización.
Se comparó la eficacia en el filtrado de 3 tipos de máscaras (N95, KN95 y barbijo quirúrgico común) luego de la esterilización con vapor de peróxido de hidrógeno (H2O2) y con solución de dióxido de cloro (ClO2).
Todas las máscaras fueron puestas en una incubadora a 38 grados Celsius con una humedad relativa del 100% durante 12 horas para simular su primer uso.
Se utilizó un scanner de movilidad de partículas para objetivar la concentración y el tamaño de las partículas que podían atravesar los elementos de protección luego del proceso de esterilización.
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La eficiencia media de filtrado basal fue del 97.3% para las máscaras N95, del 96.7% para las KN95 y del 95.1% para los barbijos quirúrgicos. Luego de la esterilización con peróxido de hidrógeno la eficiencia de filtrado fue del 96.6%, 97.1% y 91.6% respectivamente.
Las máscaras N95 y KN95 pudieron conservar al menos el 95% de filtrado, pero la eficiencia de los barbijos quirúrgicos se redujo.
Luego de la esterilización con dióxido de cloro la eficiencia de filtrado fue del 95.1% para las N95, del 76.2% para las KN95 y del 77.9% para los barbijos quirúrgicos.
La esterilización con peróxido de hidrógeno no produjo una reducción significativa de la capacidad de filtrado como si lo hizo el dióxido de cloro.
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Las máscaras N95 mantuvieron la capacidad de filtrar el 95% de las partículas totales luego de la esterilización, pero cuando se consideró solamente las partículas de 300 nanómetros o menos esta capacidad cayó al 86.2%.
A los otros dos modelos les fue mucho peor, ya que la eficacia para partículas de 300 nanómetros fue solo del 40.8% para las KN95 y del 47.1% para los barbijos quirúrgicos.
Este trabajo muestra que la re-esterilización de los diferentes tipos de máscaras es factible, aunque es recomendable asegurar la capacidad de filtrado de aerosoles y no solo la capacidad global de filtrado.
Entre las limitaciones del estudio podemos enumerar que solo se evaluaron 2 métodos de esterilización, que solo se evaluó un ciclo de re-esterilización y que existe una gran cantidad de proveedores de máscaras con las mismas características de filtrado pero que pueden comportarse diferente luego del proceso de re-esterilización.
Título original: Effects of Sterilization With Hydrogen Peroxide and Chlorine Dioxide Solution on the Filtration Efficiency of N95, KN95, and Surgical Face Masks.
Referencia: Changjie Cai et al. JAMA Network Open. 2020;3(6):e2012099. doi:10.1001/jamanetworkopen.2020.12099.
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