A pesar de que la tasa de accidente cerebrovascular (ACV) ha disminuido desde los primeros días del reemplazo valvular aórtico transcatéter (TAVI), sigue siendo significativa, llegando al 1%-3% a los 30 días. Dado que el TAVI se está expandiendo progresivamente hacia la población de bajo riesgo y pacientes jóvenes, es crucial identificar factores de riesgo para la selección y manejo de los pacientes en términos de la prevención de ACV.
Si bien se han descrito predictores de ACV a los 30 días, como la interacción entre la válvula nativa calcificada y el dispositivo, la inestabilidad hemodinámica y otros factores relacionados con el paciente no se cuentan con datos sobre estos predictores a medio y largo plazo.
El objetivo de este análisis en el marco del estudio OBSERVANT II, un estudio multicéntrico, observacional y prospectivo, fue investigar la incidencia de ACV a 30 días y 6 meses después del TAVR e identificar predictores relacionados tanto al procedimiento como al paciente.
El Punto Final Primario (PFP) se centró en la incidencia de ACV tras el TAVI a 30 días y 6 meses.
En este análisis se incluyeron 2753 pacientes. La edad promedio fue de 81 años, y la mayoría eran mujeres. El 61% de los pacientes presentaba un EUROSCORE II superior al 4%. En la mayoría de los casos, se utilizó el acceso transfemoral. El dispositivo más utilizado fue el EVOLUT R/PRO (53%), seguido del SAPIEN 3 (27%), ACURATE Neo (10%) y PORTICO (8%). No se observaron diferencias significativas entre los distintos dispositivos en cuanto a la incidencia de ACV.
En cuanto a los resultados, la incidencia de ACV a 30 días fue del 1.3%, y a los 6 meses fue del 2.4%. En lo que respecta a los predictores, el análisis de regresión logística reveló que la predilatación (OR: 2.28, 95% CI: 1.12–4.65, p = 0.023), la diabetes (OR: 3.10, 95% CI: 1.56–6.18, p = 0.001) y una fracción de eyección inferior al 50% (OR: 2.15, 95% CI: 1.04–4.47, p = 0.04) fueron predictores independientes de ACV a 30 días. El uso de terapia antiplaquetaria dual (DAPT) y anticoagulación se asoció inversamente con el riesgo de ACV.
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En lo que respecta a los predictores de ACV a 6 meses, se observó que la diabetes (HR: 2.07, 95% CI: 1.25–3.42, p = 0.004), la disfunción neurológica (HR: 3.92, 95% CI: 1.52–10, p = 0.004) y el estado crítico (HR: 3.05, 95% CI: 1.21–7.72, p = 0.018) fueron predictores independientes. La válvula bicúspide también resultó ser un predictor significativo de ACV a 6 meses, aunque con un amplio intervalo de confianza (HR: 4.75, 95% CI: 1.44–15.7 p = 0.011). Además, el uso de tratamiento antiplaquetario simple/doble y anticoagulación se asoció inversamente con el riesgo de ACV a 6 meses.
Conclusión
En conclusión, la tasa de ACV después del TAVR es generalmente baja y ha disminuido desde los primeros días de esta estrategia. Este estudio revela que la mayoría de los predictores de ACV a 30 días y 6 meses están relacionados con factores del paciente. Esto podría contribuir a una mejor estratificación del riesgo antes del procedimiento en los pacientes.
Dr. Andrés Rodríguez.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Título Original: Incidence and predictors of 30‐day and 6‐month stroke after TAVR: Insights from the multicenter OBSERVANT II study.
Referencia: Riccardo Gorla MD, PhD et al Catheter Cardiovasc Interv. 2023;1–10.
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