Gentileza del Dr. Juan Manuel Pérez.
La válvula aórtica bicúspide (BAV), presente en 0,5–2% de la población, representa un desafío técnico para el TAVR debido a la asimetría de sus valvas y a la frecuente dilatación de la aorta ascendente, factores que podrían condicionar resultados distintos en comparación con la válvula tricúspide (TAV). Este estudio tuvo como objetivo evaluar y comparar las complicaciones intrahospitalarias tras TAVI en pacientes con BAV versus TAV, así como identificar los factores de riesgo asociados.

El punto final primario fue la ocurrencia de complicaciones intrahospitalarias: lesión renal aguda (AKI), necesidad de marcapasos definitivo (MCP), fuga paravalvular y éxito del dispositivo, de acuerdo con los criterios VARC-3. El punto final secundario consistió en la identificación de factores clínicos y bioquímicos predictores de cada complicación.
Se analizaron retrospectivamente 1154 pacientes sometidos a TAVR en el West China Hospital entre 2010 y 2022: 508 con BAV y 646 con TAV. La edad media fue 71,9 años, con predominio masculino (60%).
Los pacientes con BAV eran más jóvenes (70,3 vs. 72,1 años; p<0,001), presentaban menor proporción de NYHA III–IV (81,7% vs. 92,6%; p<0,001) y menor prevalencia de hipertensión (41,9% vs. 58,7%; p<0,001), aunque mostraron mayor prevalencia de diabetes (20,9% vs. 15,3%; p=0,018). El estudio no informó la proporción de válvulas autoexpandibles versus balón-expandibles.
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En los resultados se registraron 40 casos de AKI (11 en BAV y 29 en TAV; OR 0,52; IC95% 0,23–1,09), 134 implantes de MCP (67 en cada grupo; OR 1,29; IC95% 0,87–1,92), 129 fugas paravalvulares (43 en BAV y 86 en TAV; OR 1,29; IC95% 0,82–2,02) y 1105 éxitos de dispositivo (492 en BAV y 613 en TAV; OR 1,65; IC95% 0,86–3,29). Tras el ajuste multivariado, ninguna complicación mostró diferencias estadísticamente significativas según el tipo de válvula.
El análisis adicional identificó que la bilirrubina total elevada y la hipoalbuminemia se asociaron a mayor riesgo de AKI; la edad, la albúmina y la clase funcional NYHA a la necesidad de MCP; el recuento plaquetario a la aparición de fugas paravalvulares; y el recuento leucocitario a una menor probabilidad de éxito del dispositivo.
Conclusión
En esta cohorte retrospectiva de más de 1100 pacientes, las tasas de complicaciones intrahospitalarias tras TAVR no difirieron significativamente entre aquellos con válvulas aórticas bicúspides y tricúspides.
Título original: Comparison of in-Hospital Complication Rates After Transcatheter Aortic Valve Replacement in Patients With Bicuspid Versus Tricuspid Aortic Valves: A Retrospective Cohort Study.
Referencia: Tingxi Zhu, et al. Catheterization and Cardiovascular Interventions, 2025; 1–9.
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