La ACC/AHA recientemente publicaron las guías de prevención primaria para enfermedad cardiovascular. Esto en principio fue visto como algo muy útil para los clínicos que previamente no tenían más remedio que revisar por separado consensos de expertos o guías de la práctica clínica para hipertensión, colesterol, diabetes, etc. Ahora todo ha sido consolidado en una sola referencia ¿Pero esto alcanza para todos los pacientes?
Estas guías además tienen en cuenta otros factores de riesgo como la dieta, la actividad física, la necesidad de aspirina y el consumo de tabaco.
La primera parte está focalizada en estrategias centradas en el paciente para alcanzar los objetivos de prevención. Se remarca la necesidad del trabajo en equipo para el manejo de los factores de riesgo.
Luego viene la parte del cálculo del riesgo, donde se actualizaron las definiciones del 2013 en las cuales, y de manera controversial, se definía bajo riesgo (<5%), intermedio (5 a 7.5%) y alto (>7.5%) a 10 años. Con el ruido que hicieron las guías de hipertensión se esperaba una actualización donde se ajustaran aún más estos cortes. Sin embargo, fue lo contrario. Los nuevos cortes son limítrofe (5-7.5%), intermedio (7.5 a 19.9%) y alto (>20%!!!), siempre a 10 años.
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Unas de las claves de estas nuevas guías son el estilo de vida saludable, enfatizando una dieta rica en vegetales, frutas, legumbres, nueces, granos enteros y pescado (básicamente una dieta Mediterránea). Reducir el consumo de sodio, colesterol, carnes procesadas, carbohidratos refinados y bebidas azucaradas. El ejercicio es la otra clave del cambio del estilo de vida, recomendando un mínimo de 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad vigorosa aeróbica por semana.
Finalmente, esta nueva guía se enfoca en la pérdida de peso y la obesidad.
Hay un apartado especial para la diabetes, donde la recomendación clase I pasa por la optimización del estilo de vida (plan de nutrición, ejercicio y pérdida de peso) y como terapia de primera línea pone a la Metformina (clase IIa).
Por primera vez se incorpora en una guía el score de calcio como una herramienta para determinar el riesgo cuando los scores no nos parecen útiles o que representen el verdadero riesgo del paciente. Siendo razonable iniciar estatinas con un score de calcio por encima de 100.
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El mayor cambio con la aspirina en prevención primaria fue bajar su categoría de clase I a clase IIb.
En conclusión, las guías de prevención primaria 2019 de la ACC/AHA parecen un excelente recurso para guiar el manejo y tratamiento de los principales factores de riesgo. Puede ser aplicada en la enorme mayoría de los pacientes, aunque su implementación en la práctica clínica del mundo real pueda ser desalentadora.
Título original: Prevention Guidelines: Does one size fit all? Discussion of the 2019 ACC/AHA Primary Prevention of Cardiovascular Disease Guidelines.
Referencia: Sophia Larson et al. European Heart Journal, Volume 40, Issue 27, 14 July 2019, Pages 2181–2183.
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