Título original: Impact of the Stent Length on Long-Term Clinical Outcomes Following Newer-Generation Drug-Eluting Stent Implantation. Referencia: Ik Jun Choi et al. Am J Cardiol 2014;113:457-464.
Cubrir completamente la lesión con un stent lo suficientemente largo ha sido la estrategia preferida desde que surgieron los stents farmacológicos (DES). Sin embargo, para los DES de primera generación el largo del stent ha sido predictor tanto de reestenosis como de trombosis. Las nuevas generaciones de DES presentan modificaciones tanto para mejorar la seguridad como la eficacia, pero no está claro aún si esto ha tenido algún impacto sobre los resultados a largo plazo cuando se utilizan stents más largos.
El registro COACT (CathOlic medical center percutaneous Coronary inTervention) incluyó a 8445 pacientes de 8 centros de Korea que entre el 2004 y el 2009 recibieron angioplastia con DES. Los pacientes fueron divididos en 1°generación de DES (Cypher y Taxus) y 2° generación de DES (Endeavor Resolute, Xience V y Promus) y de acuerdo a la longitud cubierta por stent (≥32 mm y
El end point primario fue un combinado de muerte de cualquier causa, infarto no fatal y revascularización del vaso blanco. Del total, 4076 (48%) recibieron Cypher, 2258 (27%) Taxus, 1099 (13%) Xience o Promus y 1012 (12%) recibieron Endeavor Resolute.
A los 3 años de seguimiento y luego de ajustar las características basales se observó que una longitud cubierta por stent ≥32 mm se asocia significativamente a revascularización del vaso blanco y trombosis definitiva o probable en aquellos pacientes que recibieron DES de 1° generación (riesgo ajustado de 1.875, IC 95% 1.531 a 2.297; p <0.001) pero por el contrario, no se observó asociación significativa entre la longitud de stent implantada y eventos adversos en aquellos pacientes que recibieron DES de 2° generación (p=0.383).
Conclusión:
La longitud cubierta por stent podría no asociarse con eventos adversos a largo plazo en las nuevas generaciones de stents farmacológicos a diferencia de lo que ocurre con los stents farmacológicos de 1° generación.
Comentario editorial
Dado que se trata de un estudio retrospectivo los pacientes que recibieron la 1° generación de DES no fueron contemporáneos a los de la segunda generación, por lo que pudieron existir diferencias, en cuanto al tratamiento médico por ejemplo, no ajustadas al realizar el análisis. También es una limitación la ausencia de datos sobre la angiografía por lo que no se puede establecer una relación entre el largo de la lesión y el largo del stent implantado.
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