El uso de anti-inflamatorios no esteroides (AINES) es muy frecuente y muchos son de venta libre, pero pueden exponer a un sangrado potencialmente peligroso a los pacientes con fibrilación auricular que se encuentren recibiendo Warfarina o Dabigatran. La combinación es una suerte de “tormenta perfecta” teniendo en cuenta que la fibrilación auricular es la arritmia más frecuente y que su incidencia aumenta con la edad, que el uso de AINES también aumenta con la edad principalmente por las dolencias osteoarticulares, que en la mayoría de los países el acceso a ellos es libre y que, para colmo, el riesgo de sangrado también aumenta con la edad.
Este análisis “post hoc” del estudio RE-LY evaluó a 2279 pacientes que reportaron el uso concomitante de algún AINE al menos una vez durante el período que duró el estudio.
El estudio principal incluyó 18113 pacientes con fibrilación auricular y los randomizó a Dabigatran 110 o 150 mg c/12 horas vs. Warfarina.
Todos los grupos analizados presentaron más riesgo de sangrado con los AINES, incluyendo sangrado mayor (HR 1.68; IC 95% 1.40-2.02), sangrado mayor de causa gastrointestinal (HR 1.81; IC 95%1.35-2.43) y stroke o embolia sistémica (HR 1.50; IC 95% 1.12-2.01).
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Los que utilizaron al menos una vez AINES requirieron también más hospitalizaciones (HR 1.64; IC 95% 1.51-1.77), aunque los sangrados intracraneales, los infartos agudos de miocardio y la mortalidad por cualquier causa no se vieron afectadas por su uso.
El riesgo de stroke o embolia sistémica ocurre en un 2% por año entre los que consumen AINES y anticoagulantes vs 1.4% entre los que solo reciben anticoagulación (p=0.007). Los strokes isquémicos son los que más se elevan con el uso de AINES.
El aumento del riesgo de sangrado pasa por la inhibición plaquetaria y por la reducción de la protección de la mucosa gástrica, por lo que se deben redoblar los esfuerzos para un manejo del dolor más adecuado (tanto farmacológico como no farmacológico) en estos pacientes. Pero también en todos los demás, dado el riesgo de los AINES y de la epidemia de abuso de opioides que estamos viendo.
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En el estudio solo un 16.5% de los pacientes que consumieron AINES se encontraban en tratamiento con inhibidores de la bomba de protones. De todas formas, bloquear la producción de ácido no evita los sangrados que se producen distal al duodeno e incluso podrían aumentarlo por la alteración de la flora intestinal.
Título original: Nonsteroidal anti-inflammatory drug therapy in patients with atrial fibrillation.
Referencia: Kent AP et al. J Am Coll Cardiol. 2018;72:255-267.
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