Según un reciente trabajo publicado en Circ. Cardiovasc Interv, la tasa de arritmias post angioplastia programada que necesitan algún tipo de tratamiento es muy bajo, lo suficientemente bajo como para que no se justifique un monitoreo rutinario a todos los pacientes.
Es estándar en la mayoría de las instituciones tener monitoreo cardíaco continuo durante varias horas posteriores a una angioplastia coronaria con la consiguiente incomodidad para los pacientes y costos monetarios.
Realizar un monitoreo más concienzudo en aquellos pacientes con mayor riesgo de presentar arritmias parece razonable. Estos pacientes podrían ser aquellos que se presenten con un síndrome coronario agudo, angioplastia al tronco de la coronaria izquierda o múltiples vasos, inestabilidad hemodinámica y aquellos en los que la angioplastia no haya resultado “perfecta”.
Este trabajo incluyó 1278 procedimientos consecutivos entre 2015 y 2017. De acuerdo con la política del hospital todas las angioplastias recibieron monitoreo cardíaco por una media de 24 horas. Para este análisis los pacientes fueron divididos en grupos de acuerdo a si presentaron o no arritmias que requirieron tratamiento.
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En total se presentaron 1672 arritmias en el período post procedimiento, De estas, solo 37 (2.2%) fueron verdaderas alarmas que requirieron accionar médico. Unas 20 bradiarritmias y 17 taquiarritmias a una media de 5.5 horas post procedimiento.
Los factores de los pacientes relacionados con arritmias que requirieron un tratamiento fueron síndromes coronarios agudos, añosos, angioplastia de tronco y múltiples vasos.
Aquellos que presentaron arritmias presentaron una mortalidad a 30 días del 6.5% vs solo el 0.3% de los que no presentaron arritmias (p<0.0001).
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Que suene la alarma por una arritmia se asoció además a la necesidad de marcapasos definitivo, cardio desfibrilador implantable, derivar el paciente a unidad coronaria y utilizar antiarrítmicos clase I y III.
Los resultados de este trabajo no son terminantes sino más bien generadores de hipótesis. Muchos médicos podrían tener preocupaciones -incluso legales- sobre no monitorear a los pacientes post angioplastia.
Título original: Routine continuous electrocardiographic monitoring following percutaneous coronary interventions.
Referencia: Al-Hijji MA et al. Circ Cardiovasc Interv. 2020;13:e008290.
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