Los pacientes con mayor número de características anatómicas que aumentan la complejidad de la angioplastia coronaria tienen peores resultados a un año de seguimiento.
Estos datos surgen de un gran registro multicéntrico (e-Ultimaster) que fue recientemente publicado en EuroIntervention.
Con cada característica de complejidad que se agrega se observó un aumento progresivo de eventos.
Es importante no “encandilarse” con lo obvio de la anatomía (bifurcaciones, calcificación, múltiples vasos, etc), sino ver un panorama más amplio. Un paciente no es solo sus coronarias. También influye la complejidad del procedimiento (aterectomía, soporte hemodinámico).
La complejidad de una angioplastia no es una variable binaria. Existe una infinita gama de grises en el medio con resultados que tienen una curva dosis/respuesta. Cada punto suma y lleva el riesgo a diferentes niveles.
En este trabajo en particular los autores definieron la complejidad en base a los factores utilizados por las guías europeas de 2017 para la doble antiagregación plaquetaria. Estos factores resultan útiles para tener una idea, pero también queda clara la necesidad de una definición estandarizada.
El análisis incluyó 35839 pacientes (edad media 64 años) que recibieron angioplastia coronaria entre 2014 y 2018 con el stent farmacológico Ultimaster.
Las características consideradas de riesgo fueron: múltiples vasos, al menos tres stents, al menos tres lesiones, bifurcaciones con al menos dos stents, una longitud total cubierta con stent de 60 mm o más y oclusiones totales crónicas. Un cuarto de los pacientes (27.3%) presentó al menos una característica de riesgo, pero la enorme mayoría (73.3%) tenía más. La característica de riesgo más frecuente fue la angioplastia a múltiples vasos con el 16.3%.
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Los pacientes con más características de riesgo tendieron a ser mayores, con más comorbilidades, y se realizaron el procedimiento en el contexto de síndromes coronarios crónicos.
A un año de seguimiento, la tasa de falla del vaso blanco fue significativamente más alta en los pacientes con al menos una característica de riesgo vs aquellos que no presentaban ninguna. La diferencia significativa no fue solo al considerar el punto final combinado sino también al analizar los componentes por separado. Puntos finales como muerte cardíaca (HR 1.28; IC 95% 1.05-1.55), infarto relacionado al vaso (HR 1.48; IC 95% 1.18-1.86) y revascularización justificada por la clínica (HR 1.42; IC 95% 1.20-1.68) se asociaron a la complejidad de la angioplastia.
A medida que las características de riesgo se suman también lo hacen los eventos adversos que incluyen, además de los mencionados, a la trombosis del stent.
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Las bifurcaciones duplicaron el riesgo de falla del vaso blanco (HR 2.01; 95% CI 1.55-2.62).
El riesgo de sangrado resultó similar entre ambos grupos de pacientes a 30 días, pero al llegar al año los que presentaban características de angioplastia compleja sangraron más.
Esto se podría explicar porque hay factores de riesgo compartidos entre los eventos isquémicos y los hemorrágicos como la hipertensión, añosos, diabetes y falla renal.
impact-of-coronary-lesion-complexity-in-percutaneous-coronary-intervention-one-yTítulo original: Impact of coronary lesion complexity in percutaneous coronary intervention: one-year outcomes from the large, multicentre e-Ultimaster registry.
Referencia: Mohamed MO et al. EuroIntervention. 2020;16:603-612.
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