Luego de la fase aguda de la infección por COVID-19 es común que persistan síntomas que pueden alterar la funcionalidad y la calidad de vida.
Los síntomas persistentes son aquellos que continúan por al menos 60 días luego del diagnóstico o que continúan por al menos 30 días luego de recuperarse de la fase aguda o del alta hospitalaria.
Muchos de los estudios incluidos en esta revisión mostraron que más del 70% de los pacientes que requirieron hospitalización persistieron con al menos un síntoma luego del alta. Entre los síntomas persistentes más frecuentes encontramos la disnea (36%), fatiga (40%) y el insomnio o trastornos del sueño (29.4%).
Los estudios analizados en esta revisión de JAMA fueron muy heterogéneos, lo cual limita su interpretación y comparación. Las mayores diferencias estuvieron en las poblaciones analizadas y en la definición del momento cero (diagnóstico, inicio de los síntomas, alta hospitalaria, etc).
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Es obvio que para poder analizar y describir síntomas persistentes necesitamos tiempo de seguimiento, algo que hoy no tenemos. Más allá de la heterogeneidad de los trabajos podríamos concluir que los síntomas persistentes son muy frecuentes, incluso la regla.
nasserie-2021-oi-210337-1621437711-33721Título original: Assessment of the Frequency and Variety of Persistent Symptoms Among Patients With COVID-19. A Systematic Review.
Referencia: Tahmina Nasserie et al. JAMA Network Open. 2021;4(5):e2111417. doi:10.1001/jamanetworkopen.2021.11417.
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