El TAVI ha registrado grandes avances desde que se comenzó a utilizar, pero aún existen 5 grandes desafíos que es preciso ir resolviendo, a saber: leaks paravalvulares, trastornos de conducción, stroke incapacitante, deterioro de la función renal y complicaciones vasculares mayores y sangrados.
La mayoría de los strokes se producen durante el periprocedimiento, siendo la mayoría isquémicos. Hasta ahora, no han sido bien analizados en cuanto a su gravedad y a su nivel de afectación en la capacidad. Tampoco sabemos cuál es el mejor tratamiento para cada caso en particular.
Se analizaron 387 pacientes con strokes. De ellos, 349 recibieron tratamiento conservador (TC) y 39 neurointervención (NI).
Los strokes se clasificaron de acuerdo a la escala de NIHSS y fueron considerados leves cuando el puntaje era de 0-5, moderados de 6-14 y severos ≥15.
La edad media fue de 81 años, 52% hombres, 35% diabetes, 13% CRM previa, 17% infarto previo, 33% ATC previa y 35% fibrilación auricular. El STS de mortalidad fue de 5.9%.
Recibieron TAVI en válvulas bicúspides el 12% de los pacientes y valve in valve (V-in V) el 1.6%.
El 35% recibió anestesia general y el 61% válvulas autoexpandibles.
El stroke se presentó dentro del primer día (0-2 días).
El stroke más frecuente fue el leve en 146 pacientes (49.6%), moderado en 73 (24.8%) y severo en 75 (25.6%) y la arteria más frecuentemente involucrada fue la cerebral media.
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El NHISS score fue mayor en los que recibieron NI (4 vs 14 p<0.001) y esta estrategia fue realizada con mayor frecuencia en los strokes moderados o severos (109 en la estrategia TC y 36 en la NI).
La mortalidad global a 30 días fue de 23.1%, a 6 meses de 35% y al año fue de 42.1%. Los strokes moderados y severos presentaron una mortalidad respectiva de 1.3 y 4.99 veces mayor comparados con los strokes leves.
No hubo diferencia en la mortalidad de acuerdo al grado de severidad del stroke entre ambas estrategias en el seguimiento.
Se realizó un análisis de regresión logística y se observó que en los stroke severos la estrategia NI incrementó 2.9 veces la posibilidad de sobrevida a 90 días.
Conclusión
El stroke isquémico agudo post TAVI presenta una importante morbilidad y mortalidad que se correlaciona con la severidad del stroke. Los hallazgos del presente análisis sugieren que los pacientes con stroke moderado o severo podrían potencialmente mejorar con el tiempo de la intervención. También señala la importancia de la colaboración entre cardiólogos y neurólogos para mejorar la evolución del stroke agudo isquémico post TAVI.
Dr. Carlos Fava.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Título Original: Management and Outcome of Acute Ischemic Stroke Complicating Transcatheter Aortic Valve Replacement. on Behalf of the ASTRO-TAVI Study Group.
Referencia: Amos Levi, et al. J Am Coll Cardiol Intv 2022. Article in Press.
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