¿Es seguro el uso de balones liberadores de fármacos y tratamiento antiplaquetario simple en pacientes con alto riesgo de sangrado que se realizan angioplastia coronaria?

El uso de balones cubiertos de fármacos (DCB) ha demostrado ser seguro y efectivo en el tratamiento de la reestenosis intrastent de stents convencionales (BMS) y de stents liberadores de fármacos (DES). 

¿Es seguro el uso de balones liberadores de fármacos y tratamiento antiplaquetario simple en pacientes con alto riesgo de sangrado que se realizan angioplastia coronaria?

Además, la utilización de estos dispositivos se ha expandido al tratamiento de lesiones coronarias de novo como lo demostró el estudio BASKET-SMALL 2 siendo los DCB no inferiores a los stents, y el estudio DEBUT RCT demostrando que los DCB son superiores a los BMS en pacientes con alto riesgo de sangrado. 

Este grupo de pacientes presentan mayor riesgo de sangrado post ATC, lo que conlleva un aumento de la mortalidad y mayores días de internación. Es por esto que es importante seleccionar el plan terapéutico óptimo.

El objetivo de este estudio retrospectivo fue evaluar la seguridad y la eficacia de la ATC con DCB solamente combinado con terapia antiplaquetaria simple (SAPT). 

El punto final primario (PFP) fue la presencia de MACE a 12 meses, definido como un combinado de muerte cardiovascular, IAM y revascularización de la lesión tratada (TLR). El punto final secundario (PFS) fue la ocurrencia de sangrado tipo BARC II-V, revascularización del vaso tratado, hospitalización que requirió revascularización de urgencia, accidente cerebrovascular y MACE a 24 meses. 

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Se analizaron 172 pacientes en los que se utilizaron DCB y alta con SAPT. La edad media fue de 75 años y la mayoría eran hombres. El 65% de los pacientes se encontraba con anticoagulación al momento de la ATC. 

La presentación clínica más frecuente fue síndrome coronario agudo (SCA) (58%) seguido de cardiopatía isquémica crónica (42%). En el 96% de los casos las lesiones coronarias eran de novo, y el 19% eran lesiones calcificadas. La arteria más afectada fue la arteria descendente anterior, y la mayoría de las arterias tratadas presentaban un diámetro mayor de 3 mm. El tratamiento con SAPT al alta fue con aspirina (69.8%), seguido de clopidogrel (21.5%). 

En cuanto al PFP la tasa de MACE a 12 meses fue baja (4.7%). Cuando se analizó, la tasa de MACE fue significativamente más alta en pacientes con SCA que en la enfermedad coronaria crónica (7.1% vs 1.4%). La mortalidad por todas las causas con el uso de DCB solamente fue 4.1% en enfermedad coronaria estable y 12.1% en SCA. La tasa de TLR fue 0% en cardiopatía estable y 3% en SCA a 12 meses. No hubo oclusiones agudas o subagudas de los vasos tratados. 

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A 24 meses la tasa de MACE fue 8.1%, siendo significativamente más alta en SCA cuando se lo comparó con enfermedad coronaria estable. 

Conclusión

La utilización de DCB en ATC combinado con SAPT fue segura y sus resultados clínicos fueron favorables. Esta estrategia puede reducir el sangrado post ATC en pacientes con alto riesgo de sangrado comparado con el stent. Actualmente se encuentra en curso un estudio que evaluará esta conducta (DEBATE RCT).

Dr. Andrés Rodríguez.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.

Título Original: Percutaneous coronary intervention with drug‐coated balloon‐only strategy combined with single antiplatelet treatment in patients at high bleeding risk: Single center experience of a novel concept.

Referencia: Alma Räsänen MD et al Catheter Cardiovasc Interv. 2023; 1–10.


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