La técnica de disección y reentrada anterógrada (DRA) se considera esencial en el manejo de las oclusiones totales crónicas (CTO), siendo una opción primaria en algunos protocolos para lesiones complejas y extensas, o como una estrategia de respaldo en caso de fracaso con otras metodologías iniciales.
Las técnicas de disección incluyen métodos guiados, como scratch and go, entrada subintimal asistida por balón (técnica BASE), técnica side BASE, Carlino, y aquellas basadas en dispositivos como Crossboss. Para la reentrada al vaso, se emplean métodos basados en guías, como el tracking subintimal y reentrada (técnica STAR) y el tracking subintimal limitado (técnica LAST), así como dispositivos específicos como el Sistema Stingray.
El objetivo de este estudio fue evaluar la frecuencia y los resultados de las DRA realizadas en el registro de PROGRESS-CTO. Se analizaron las características de los pacientes de 46 centros, evaluando el éxito técnico (menos del 30% de estenosis residual) y el éxito del procedimiento (éxito técnico sin MACE intrahospitalario).
Entre 2012 y 2023, se recopilaron datos de 12,568 pacientes con 12,841 CTO. La DRA se utilizó en el 18.6% de los casos, mostrando una tendencia a disminuir con el tiempo. Los pacientes sometidos a DRA eran mayormente hombres de mayor edad, con dislipemia, enfermedad arterial periférica y antecedentes familiares de enfermedad coronaria/angioplastia o bypass coronario.
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La DRA se eligió como estrategia primaria en el 17.9% de los casos, secundaria en el 61.3%, y terciaria en el 20.8%. La coronaria derecha fue la arteria más tratada (60.6% vs. 50.4%). Angiográficamente, las lesiones eran más complejas con DRA. La DRA tuvo éxito en el 62% de los casos, y se realizó rescate con abordaje retrogrado en el 45.8% de los casos donde falló la DRA. Además, los tiempos de procedimiento y radioscopia fueron mayores con DRA.
En cuanto a eventos intrahospitalarios, la DRA mostró menor éxito técnico (77.0% vs. 89.3%) y éxito del procedimiento (75.5% vs. 88.1%). Presentó una mayor incidencia de MACE (3.7% vs. 1.6%), infarto de miocardio (0.92% vs. 0.44%), pericardiocentesis (2.01% vs. 0.67%) y mayores índices de perforación (8.64% vs. 3.81%).
Conclusiones
Los pacientes tratados con DRA presentaron mayor prevalencia de comorbilidades, lesiones complejas y mayor incidencia de MACE en comparación con otras estrategias no DRA.
Dr. Omar Tupayachi.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Título Original: Trends and Outcomes of Antegrade Dissection and Re-Entry in Chronic Total Occlusion Percutaneous Coronary Intervention.
Referencia: Rempakos, A, Alexandrou, M, Simsek, B. et al. Trends and Outcomes of Antegrade Dissection and Re-Entry in Chronic Total Occlusion Percutaneous Coronary Intervention. J Am Coll Cardiol Intv. 2023 Nov, 16 (22) 2736–2747. https://doi.org/10.1016/j.jcin.2023.09.021.
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