La insuficiencia mitral (IM) es una patología frecuente, con una prevalencia aproximada del 3.5% en personas menores de 65 años, que aumenta al 7.7% en mayores de 75 años. Puede ser de origen degenerativo (IMD) o funcional (IMF).
Esta condición se asocia con dilatación de la aurícula y el ventrículo izquierdo, lo que puede derivar en arritmias, hipertensión pulmonar y falla cardíaca, aumentando las hospitalizaciones, deteriorando la calidad de vida y elevando la mortalidad.
Aunque el tratamiento de elección es la cirugía, en muchos casos no es viable, haciendo del tratamiento borde a borde (M-TEER) una estrategia terapéutica válida.
Se analizó a 136 pacientes con IMD moderada o severa sintomática, de los cuales 77 (56.6%) presentaban IM central (A2-P2) y el resto IM no central (A1-P1 o A3-P3).
La edad promedio fue de 69 años, con un 39% de mujeres. El puntaje STS de mortalidad fue de 3.37%. Las comorbilidades incluyeron hipertensión en el 55%, diabetes en el 18%, fibrilación auricular en el 31%, enfermedad coronaria en el 37%, EPOC en el 4%, deterioro renal en el 12%, antecedente de cirugía por tumor maligno en el 20%, cirugía cardíaca previa en el 7%, cirugía mitral en el 1% y M-TEER previo en el 1%.
En el eco-Doppler, la fracción de eyección fue del 65%, la hipertensión pulmonar del 21% y la clasificación de daño cardíaco mostró: estadio 3 en el 12.5%, estadio 2 en el 40.4%, estadio 1 en el 37.5% y el resto en estadio 0. La insuficiencia tricuspídea ≥2+ estuvo presente en el 28%. El prolapso fue posterior en el 68%, anterior en el 24% y bivalvar en el resto. No hubo diferencias significativas en los diámetros o volúmenes auriculares y ventriculares, ni en la presencia de flail o en el gap.
Lea también: Nuevo Sistema para la ATP carotídea, all in one.
El éxito del procedimiento fue similar en ambos grupos (93.5% vs. 91.5%, p=0.92), sin diferencias en la necesidad de uno o más clips ni en el gradiente residual (3.8 mmHg vs. 3.2 mmHg, p=0.09). Las complicaciones hospitalarias fueron bajas: mortalidad del 0.74%, SLDA 2.2%, conversión a cirugía 2.2% y derrame pericárdico 2.2%.
Al año de seguimiento, ambos grupos mostraron reducción de la fracción de eyección, con disminución de volúmenes y diámetros auriculares y ventriculares, manteniéndose la reducción significativa de la IM y mejorando la clase funcional.
A los tres años, la sobrevida libre de IM ≤2 fue del 90.3% en IM central y del 94.9% en IM no central (p=0.46).
Lea también: Resultados tempranos y tardíos con stent bioabsorbible ABSORB.
En el análisis multivariado, cada incremento de 1 mmHg en el gradiente se asoció con un 36% más de riesgo de muerte (HR = 1.36, IC 95%: 1.12–1.66, p = 0.002). Los pacientes con un índice de valva-anillo (LAI) ≤1.2 presentaron 3.46 veces más riesgo de IM recurrente o muerte en comparación con aquellos con LAI >1.2 (IC 95%: 1.00–11.99, p = 0.05).
Conclusión
El tratamiento con M-TEER en la IMD no central mostró una tasa de éxito similar a la de la IMD central, sin incremento en las complicaciones. La aparente mayor tasa de éxito en la IMD no central podría deberse a un menor impacto en el área valvular, lo que sugiere la necesidad de más estudios para confirmar estos hallazgos.
Título Original: Comparative Analysis of Central and Noncentral Degenerative Mitral Regurgitation Treated With Transcatheter Mitral Valve Edge‐To‐Edge Repair.
Referencia: Peijian Wei, et al. Catheterization and Cardiovascular Interventions, 2025; 105:707–719 https://doi.org/10.1002/ccd.31359.
Suscríbase a nuestro newsletter semanal
Reciba resúmenes con los últimos artículos científicos