El implante valvular aórtico transcatéter (TAVI) es considerado el tratamiento de elección en un porcentaje significativo de pacientes con estenosis aórtica sintomática. Sus resultados han mejorado notablemente gracias a la evolución de los dispositivos y a un meticuloso planeamiento pre-procedimiento.
Luego de implantada la válvula, la adecuada evaluación hemodinámica postprocedimiento es esencial; sin embargo, la concordancia y el valor pronóstico de los gradientes de presión obtenidos de forma invasiva y mediante ecocardiografía continúan siendo motivo de debate.
El estudio del grupo del Thoraxcenter de Róterdam, liderado por van den Dorpel et al., tuvo como objetivo evaluar el valor predictivo de los gradientes transvalvulares obtenidos de manera invasiva y ecocardiográfica tras el TAVI, comparando además las diferencias entre válvulas autoexpandibles (VAE) y válvulas expandibles por balón (VEB).
Se realizó un análisis retrospectivo con emparejamiento por puntaje de propensión (436 pares VAE vs. VEB). Los gradientes invasivos se midieron antes e inmediatamente después del TAVI, y los ecocardiográficos, antes, dentro de las 24 horas y al año post procedimiento.
La edad media de la cohorte fue de 80 años, con un STS medio de 3,41. Previo al implante, se observaron gradientes mayores en la medición ecográfica respecto a la invasiva, independientemente del dispositivo valvular elegido (39,0 mmHg vs. 36,0 mmHg; p<0,001).
Los gradientes invasivos post-TAVI fueron similares para VEB y VAE (3,0 [0,0-6,0] mmHg vs. 3,0 [0,0-6,0] mmHg; p=0,166). Sin embargo, se registraron gradientes mayores en la evaluación no invasiva, con una diferencia más pronunciada en las VEB que en las VAE (7,0 [4,0-11,0] mmHg para VEB y 5,0 [2,0-7,0] mmHg para VAE; p<0,001).
Aquellos pacientes que recibieron dispositivos de menor tamaño mostraron una mayor discordancia, particularmente en las válvulas expandibles por balón (discordancia de 11,0 mmHg para SAPIEN 3 de 20 mm vs. 7,0 mmHg para SAPIEN 3 de 29 mm; p=0,001). En el subgrupo de anillos pequeños (<430 mm²), la discrepancia fue aún más marcada para las BEV.
Los gradientes invasivos post-TAVI predijeron de manera independiente la mortalidad por todas las causas a 30 días, 1 año y 2 años (HR: 1,07, 1,06 y 1,05, respectivamente; p<0,05), mientras que la medición ecocardiográfica de los gradientes no mostró la misma asociación (p=0,248; p=0,639; y p=0,979, respectivamente).
Un gradiente residual >10 mmHg se asoció con un aumento en la mortalidad por todas las causas.
Conclusión
En este estudio, se observó que los gradientes invasivos post-TAVI se correlacionaron con la mortalidad tanto a corto como a largo plazo. En esta cohorte de pacientes, la ecocardiografía sobreestimó sistemáticamente los gradientes, especialmente tras el implante de válvulas expandibles por balón. Estos hallazgos destacan la importancia clínica de realizar mediciones invasivas estandarizadas tras TAVI para una adecuada estratificación pronóstica.
Título original: Prognostic value of invasive versus echocardiography-derived aortic gradient in patients undergoing TAVI.
Referencia: van den Dorpel MMP, Chatterjee S, Adrichem R, Verhemel S, Kardys I, Nuis RJ, Daemen J, Ren CB, Hirsch A, Geleijnse ML, Van Mieghem NM. Prognostic value of invasive versus echocardiography-derived aortic gradient in patients undergoing TAVI. EuroIntervention. 2025 Apr 21;21(8):e411-e425. doi: 10.4244/EIJ-D-24-00341. PMID: 40259836; PMCID: PMC11995293.
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