La insuficiencia tricuspídea (IT) severa ha sido históricamente subvalorada debido a su mal pronóstico y al escaso beneficio asociado con las intervenciones terapéuticas disponibles, caracterizadas por una elevada morbimortalidad periprocedimiento. En los últimos años, el desarrollo de terapias transcatéter ha redefinido el abordaje terapéutico, ofreciendo alternativas viables para pacientes no candidatos a cirugía, ya sea mediante reparación borde a borde (TEER) o reemplazo valvular tricuspídeo transcatéter (TTVR).

El estudio presentado por Angellotti et al. representa el primer análisis multicéntrico del uso del sistema EVOQUE en un entorno real («real-world») tras su aprobación en Europa y los alentadores resultados del estudio TRISCEND II.
Se incluyeron 176 pacientes consecutivos con IT severa o mayor, tratados en 12 centros europeos de alto volumen. La edad media fue de 77,8 años, con una elevada proporción de mujeres (72%) y un perfil clínico de alto riesgo (TRI-SCORE ≥6 en el 51%). Las comorbilidades frecuentes fueron fibrilación auricular (88,6%), enfermedad renal crónica (69,3%) y disfunción ventricular derecha moderada/severa (20,5%).
El procedimiento fue exitoso en el 97,2% de los casos, logrando una reducción significativa de la IT a grados ninguno o leve en el 98,4% de los pacientes.
La tasa de éxito clínico, según criterios TVARC, fue del 86,9% a los 30 días (considerando correcta y efectiva posición del dispositivo, y ausencia de mortalidad, accidente cerebrovascular o reintervención). Se reportó una mejoría funcional significativa: el 79,7% de los pacientes se encontraba en clase funcional NYHA I/II al mes, en comparación con el 20,2% al ingreso (p<0,001). Asimismo, se observaron mejoras en parámetros de función hepatorrenal, así como una reducción del edema periférico y del peso corporal.
No obstante, es importante considerar la complejidad clínica de esta población: la mortalidad intrahospitalaria fue del 3,4%, y el 14,2% de los pacientes requirió marcapasos definitivo, en asociación significativa con trastornos de conducción preexistentes (OR 4,53; p=0,002).
En pacientes con disfunción ventricular derecha moderada/severa, el TTVR se asoció con una mayor tasa de fracaso clínico (OR 3,60; p=0,008), reflejando la vulnerabilidad de esta población frente al aumento de la poscarga tras la eliminación de la regurgitación.
Conclusiones
Este análisis en el mundo real aporta evidencia relevante sobre el uso del sistema EVOQUE para TTVR, destacando la importancia de la evaluación preprocedimiento de la función del ventrículo derecho y del sistema de conducción como predictores clave de eventos adversos.
Título original: Early Outcomes of Real-World Transcatheter Tricuspid Valve Replacement.
Referencia: Angellotti D, Mattig I, Samim D, Goebel B, Jantsch C, Rubinic B, Ruf T, Geisler T, Kessler M, Adam M, Stolz L, Dannenberg V, Kassar M, Stathogiannis K, Cesario V, Dumonteil N, Chrissoheris M, Spargias K, Baldus S, Rottbauer W, Gerçek M, Bartko PM, Lapp H, Dreger H, Hausleiter J, Lurz P, Windecker S, Rudolph V, Praz F. Early Outcomes of Real-World Transcatheter Tricuspid Valve Replacement. JACC Cardiovasc Interv. 2025 Jun 21:S1936-8798(25)01617-6. doi: 10.1016/j.jcin.2025.06.002. Epub ahead of print. PMID: 40560107.
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