El TAVI ha demostrado notables beneficios, especialmente en pacientes con alto riesgo o inoperables. Sin embargo, una limitación importante, especialmente en las válvulas autoexpandibles, es la necesidad de marcapasos definitivos y los cambios en el ECG después del implante.
Para abordar esta cuestión, se investigó el efecto del implante de superposición de cúspides derecha e izquierda en 254 pacientes que recibieron TAVI con válvulas autoexpandibles. De estos, 162 fueron tratados mediante la técnica tradicional (TT) y 92 con superposición de cúspides (COT).
El Punto Final Primario (PFP) se estableció como los cambios en el ECG y la combinación de la necesidad de marcapasos definitivos, hospitalización y muerte cardiovascular. Dado que las poblaciones eran diferentes, se aplicó un «propensity score», resultando en 92 pacientes en cada grupo.
La edad media fue de 83 años, la mitad de los pacientes eran hombres, y la mayoría presentaba hipertensión, 23% diabetes, 16% enfermedad vascular periférica y 12% infarto.
La fracción de eyección estaba conservada, el gradiente medio fue de 46 mmhg y el área valvular aórtica de 0.70 cm2.
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En el ECG previo, el 22% mostró bloqueo auriculoventricular (BAV), el 12% tenía bloqueo de rama izquierda (BCRI), otro 12% presentaba bloqueo de rama derecha (BCRD), y el 8% tenía bloqueo auriculoventricular de alto grado (HBAI).
Durante el procedimiento, no hubo diferencias significativas en la predilatación ni en la postdilatación, y el diámetro promedio de la válvula autoexpandible implantada fue de 29 mm.
A las 24 horas del procedimiento, el grupo de implante con la estrategia COT demostró una menor incidencia de BCRI, así como una prolongación reducida de las ondas P y QRS.
Al año de seguimiento, la estrategia COT mostró una reducción significativa en la presencia de BCRI (49% vs. 27% p=0.002), menor ensanchamiento de la onda P (13.±21 msec vs 5.47±12.5 msec p=0.003), menor prolongación del QRS (29.77±27 msec vs. 16.38±25.4 msec p=<0.001), y una reducción en el PFP combinado cardiovascular (35% vs 19.6%, SHR 0.39 [IC95%, 0.21-0.76], P = 0.005).
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Aunque no hubo diferencias significativas en la mortalidad, las internaciones cardiovasculares o de cualquier causa fueron mayores en el grupo tratado con la estrategia TT.
Si bien no hubo diferencias significativas, la necesidad de marcapasos fue numéricamente menor en el grupo de implante COT (15.2% vs 10.9%, p=0.376).
Conclusión
Después de un año de seguimiento, el TAVI mediante COT demostró una menor incidencia de bloqueo de rama izquierda y una menor alteración en las ondas P y QRS en comparación con la TT. La estrategia COT se asoció con una reducción estadísticamente significativa en el evento primario combinado cardiovascular.
Dr. Carlos Fava.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Título Original: Self-expanding TAVI using the cusp overlap technique versus the traditional technique: electrocardiogram changes and 1-year cardiovascular outcomes.
Referencia: Yva´n R. Persia-Paulino, et al. Rev Esp Cardiol. 2024;77(1):29–38.
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